Pequeña sorpresa se llevó Gonzalo Crespo en su finca de Cañablanquilla, en Córdoba, España. "Estaba haciendo una faena entre los olivos y el tractor dio un golpe contra una piedra", afirmó. Se bajó del vehículo en medio de sus olivares y apenas vio lo que sobresalía de la tierra entendió que no era algo habitual.
Es que lo que el vecino de la localidad de San Sebastián de los Ballesteros y residente en La Victoria vio lo que era la punta de algo concreto y se tomó un tiempo para decidir qué hacer.
La pieza arqueológica yacía semienterrada, de costado, las fauces y las patas estaban bajo el suelo fértil. "Llamé a un buen amigo que es cabo de la Guardia Civil y trabaja en la sede judicial de Lucena y me orientó", dijo Crespo según el diario El Día, de Córdoba.
Luego llegaron agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y realizaron el desentierro con la asistencia de técnicos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. No hizo falta precintar la zona, pues el punto exacto del hallazgo no ha sido revelado para evitar a los merodeadores.
Al finalizar determinaron de qué se trataba: una estatua de una leona íbera en excelente estado de conservación, y que las primeras dataciones sitúan en el siglo VI antes de Cristo. "Los arqueólogos están flipando", dijo Crespo para graficar el asombro, y no es para menos.
La pieza fue trasladada al Museo Arqueológico de Córdoba para ser sometida a una limpieza y estudio completo. Según Francisco Javier Maestro, alcalde de San Sebastián de los Ballesteros, aunque en el municipio existen vestigios documentados de la época romana, es la primera vez que se da un hallazgo arqueológico de tal importancia.
Por lo que se puede ver de la escultura, la pieza muestra arañazos recientes en ambos lados por su extracción. Representa a una leona sentada, como ocurre en la gran mayoría de representaciones animales íberas, que acaba de atrapar a una presa muy parecida a una cabra de monte.
Para los especialistas cordobeses, el hallazgo podría implicar que en la zona hay alguna villa oculta o algún poblado de varios siglos antes de Cristo, que es la fecha que calculan los arqueólogos que puede tener la pieza. Debido a eso, van a realizar catas de tierra y rastreos en el lugar durante los próximos días.
Aun así, no es la primera vez que se encuentran esculturas zoomorfas de procedencia íbera en la provincia de Córdoba. En el Museo Arqueológico local se exhibe, por ejemplo, una famosa pieza hallada en un cultivo de Santaella.
Fuente: El Día / Clarín