Margarita Meira, parte de la organización de Madres Víctimas de Trata, dialogó con La Mañana del Limón acerca de la recaudación de 8 millones en un día y medio para conseguir la casa donde luchan contra esta problemática social.
Margarita Meira sufrió hace 30 años el secuestro de su hija Susana quien fue atrapada por una red de trata, luego la asesinaron y la sepultaron como NN.
A partir de esta situación encabeza la Organización Madres Víctimas de Trata, y trabaja para poner en evidencia las complicidades políticas y judiciales que permiten que en Argentina sigan funcionando más de 30 mil prostíbulos.
Margarita Meira, en las últimas horas ha sido noticia gracias a una movida de redes sociales encabezada por Santi Maratea, quien consiguió 8 millones de pesos para poder comprar la casa de la Madre de las Trata, y que éstas no sufrieran el desalojo y poder seguir trabajando con las víctimas de la prostitución.
Margarita Meira, en diálogo con La Mañana del Limón, manifestó sentir mucha emoción por lo sucedido en las últimas horas y expresó que “es un orgullo poder visibilizar el tema de la trata de personas.
Nosotros hace muchos años que venimos pidiendo a los funcionarios y Diego Santilli nos había prometido un lugar, pero el 8 de abril tenía que desocupar la sede, que hace 41 años alquilo y debía desocupar el lugar.
“Yo me veía desalojada más que comprando, pero un contacto que tenemos le contó a Santi Maratea sobre nosotros, el domingo empezó a pedir, a la tarde me fue a ver al Centro cultural Kirchner y hablamos de la trata y me pidió disculpas porque no sabía de este tema”.
Santi Maratea el mismo domingo consiguió casi dos millones por la tarde y a la noche ya contaba con 4 millones, en menos de un día y medio se había juntado los 8 millones para comprar la casa, que durante 41 años alquiló.
Margarita cuenta que siguen juntando dinero para poder realizar las reformas que requiere esta casa antigua y que alberga la lucha por salvar de la trata a muchas mujeres y hombres que sufren esta realidad.
“No nos alcanza la emoción de lo que nos están ayudando, lo más importante es la visibilización de la trata”.