La nueva normativa obligará a personas y marcas que informen si una imagen fue modificada antes de subirla a redes sociales o publicar avisos. Buscan evitar que se viralicen falsos estereotipos de belleza real.
Los generadores de contenido, modelos y marcas en general deberán apostar por la belleza real... o avisar que una foto fue photoshopeada. El Ministerio de Infancia e Igualdad de Noruega aprobó una ley que prohibirá a los influencers y a los anunciantes publicar imágenes retocadas sin incluir una etiqueta que determine que pasaron por un filtro o un programa de edición de fotografías.
El país nórdico sancionó esta normativa para terminar con lo que consideran publicidad engañosa y los estándares de belleza que tantos problemas de autoestima e inseguridades ocasionan entre los consumidores de las redes sociales, afectando especialmente a jóvenes y adolescentes con expectativas irreales.
Con la sanción de esta ley, los creadores de contenido que quieran compartir imágenes retocadas con un filtro o un programa de edición tendrán que avisar de ello con una etiqueta que habilitará el gobierno noruego.
La medida no es exclusiva de las redes sociales. También afecta a los carteles publicitarios que se usan en las calles, y a los avisos en revistas y diario. Involucra a todas las publicaciones compartidas con fines publicitarios, sin importar la plataforma.
La normativa incluye los retoques en la piel, que muchas veces se pone más lisas o sin imperfecciones, pero también a otras partes del cuerpo, como labios con más volumen, narices refinadas, o curvas más o menos pronunciadas en cintura, glúteos o pechos.
La medida se suma a otra lanzada en el Reino Unido en febrero, con la campaña #FilterDrop (fuera filtros), que inició una maquilladora y modelo de ese país, Sasha Pallari, para mostrar el uso que le dan a esta herramientas marcas e influencers.
Pallari buscó informar a los usuarios del engaño de algunas herramientas de edición y tildó de “estafadores” a los influencers que las usan. En este sentido, también señaló a las marcas por permitir que otros engañen en su nombre.
La campaña de Pallari llegó a la ASA, la autoridad de la publicidad en el Reino Unido, que empezó a actuar contra las personas que compartieran imágenes “no reales” en las redes. Las primeras denuncias, tras esta medida, cayeron sobre creadores de contenido para Skinny Tan Ltd y Tanologist, que usaron el filtro de belleza Perfect Tan.
La iniciativa de Pallari surgió luego de ver que una marca de cosméticos publicaba reiteradamente fotografías con filtros aplicados sobre el rostro de una joven que anuncia sus productos. “¿Alguien se da cuenta de lo peligroso que es esto? (…) No quiero que los niños crezcan pensando que no son los suficientemente buenos por lo que ven en las redes sociales”, reflexionó esta mujer de 28 que divulga la movida en la misma plataforma que critica, Instagram.
En Francia, desde 2017, una ley obliga a las publicaciones de moda y otros sectores a aclarar si una imagen está modificada con Photoshop. Y el banco de imágenes Getty Images también se sumó a esta movida, eliminando de su base de datos las fotos de modelos que fueron retocadas.
En esa línea, en octubre de 2019 Instagram decidió eliminar los filtros que imitan cirugías estéticas, tal como contamos en la ocasión en TN Tecno. Según había indicado por entonces New York Post, aquel fue un intento de aplacar las afirmaciones de que la aplicación es perjudicial para los adolescentes.