Desde hace semanas, y como en años anteriores, hay más barrios a los que el municipio debe llevarles agua en camiones. Las napas no dan abasto y algunas obras hechas son insuficientes. El problema afecta a toda la región de Sierras Chicas.
Desde hace años, el problema es recurrente en Salsipuedes: vecinos sin agua durante días pugnando por un poco para sus reservorios. En un contexto de dificultades para toda el área de Sierras Chicas, Salsipuedes viene llevando la peor parte de la crisis hídrica.
Lorena Roccia vive en el centro de la localidad. “Llevamos cinco días, el municipio nos aseguró que traerían agua con un camión y cargarían el tanque, pero no fue así. Estamos en noviembre y nos preguntamos qué haremos en enero. Estamos conectados a la red, pagamos todos los meses el agua y no tenemos el servicio”, resumió.
Testimonios similares se repiten en casi todos los barrios, desde hace varios años. Desde el municipio, encargado de la prestación del servicio, afirman que la falta de agua es el problema más difícil de solucionar.
“Durante muchos años se hicieron gestiones ante cada gobierno provincial y nacional, ya que la solución no la tiene el municipio en su jurisdicción, porque acá se debe traer agua de otro lugar. Y en materia económica es una inversión muy alta que escapa a nuestro presupuesto. Todas las mejoras hechas fueron menores en relación al problema, aun pese a que la mayoría de recursos disponibles van al agua”, señaló el intendente Sergio Cornejo.
Como en toda Sierras Chicas, el crecimiento poblacional es cada vez mayor. La demanda del servicio aumenta, pero el recurso disponible, no.
“Pareciera que toda esta problemática no importa en el momento de construir, pero sí cuando se instalan a vivir y exigen el servicio. La situación es muy complicada y lo seguirá siendo porque la producción de nuestros pozos es cada vez menor”, planteó Cornejo. Mientras, el municipio con apoyo provincial mantiene un enorme operativo diario de transporte de agua a cisternas y domicilios de todos los barrios, que no alcanza. Hace un mes, el municipio comunicó que las captaciones funcionan al 50 por ciento de su capacidad habitual, a pesar de que las bombas de succión fueron llevadas al límite de profundidad. Es simple: en las napas hay escaso caudal, que se repone en menor medida de lo que se extrae. Y eso no mejora con algunas lluvias.
En barrio Oro Verde, Norma Mazzoni contó que todos los días esperan un “hilito” de agua en la red, que casi nunca llega. “Tenemos que solicitar agua por medio de los camiones cisternas que están abarrotados de trabajo. Sólo dependemos de la lluvia, pero sabemos que esa no es la solución”, apuntó.
En barrio El Pueblito, Luis Farías vive con otros siete integrantes de su familia. “Tuvimos que dejar de consumir el agua que nos traen porque viene turbia, mi mujer se enfermó por eso, así que compramos agua mineral”, comentó.
Hace un par de años se conformó la Comisión de Vecinos de Salsipuedes por el Agua (Covesa), que plantea que la ausencia de respuestas radica en la falta de decisiones políticas. “Pronto se inaugurará aquí un megacomplejo comercial que asegura que tiene agua suficiente para funcionar, y a pocos metros cientos de familias deben mendigar para que les dejen agua para llenar unos pocos baldes”, señaló Irene Shaer, de esa comisión.
La Provincia había anunciado, hace dos años, la posibilidad de construir un acueducto desde el río Carnero, a la altura de Colonia Caroya, para abastecer de agua a Salsipuedes y parajes cercanos. Pero ese proyecto parece desactivado. Redacción Guillermo Lehmann.