Sólo han pasado tres años y medio, o sea 42 meses desde que la primera versión del iPad fue presentada al mundo en manos de Steve Jobs. En ese lapso, el mundo le hizo lugar a esta que hoy es la cuarta pantalla en nuestras vidas. 

Acostumbrados desde hacía medio siglo a la TV, con al menos dos décadas de interacción con las computadoras y algunos años con el celular en el bolsillo, las tablets irrumpieron en nuestra vida sin tener en claro si habríamos de necesitarlas o no, si serían de utilidad y en tal caso para qué. Sin embargo, el crecimiento permanente de esta categoría puso en jaque a la mismísima PC, su antepasado.

Desde aquella tableta que mostraba orgulloso el desaparecido fundador de Apple (casi 700 gramos y sin cámara fotográfica) hasta las que salen a la venta este mes pasaron cuatro cambios de procesador y sistema operativo, la incorporación de cámaras que graban video en Full HD y pantallas Retina que alcanzaron la máxima resolución que puede distinguir el ojo humano. A la vez, perdió el 35 por ciento de su peso inicial para llegar a 453 gramos.

Las nuevas versiones de la tablet de Apple tienen por nombre iPad Air y el iPad Mini Retina. En cuanto a hardware, son muy similares entre sí. Comenzando por el nuevo procesador A7 de 64 bits, también presente en el iPhone 5s que los hace un 72 por ciento más rápidos que el iPad I. Ambos incorporan el coprocesador de movimiento M7, su cámara principal es iSight de 5 Mp que graba video en Full HD 1080p, mientras que la delantera toma fotos a 1,2 Mp y graba videos en HD a 720p. Ambas cuentan con detección de rostros.

El sistema operativo, iOS7, obtuvo altas calificaciones de usuarios que venían de iOS6.


Fuente: La Voz del Interior