Los números extraterrestres de Lionel Messi no solo son un desafío para los amantes de las estadísticas sino que además son capaces de generar sorpresa cuando pasan tres partidos sin que el rosarino logre marcar. Esa racha de la que se habló en estos días se acabó. La Pulga anotó dos en la victoria 3 a 1 del Barcelona frente a Milan, por la cuarta fecha del Grupo H de Liga de Campeones de Europa. De esta manera, el conjunto dirigido por Gerardo Martino quedó a un paso de clasificar por décimo año consecutivo a los octavos de final del certamen. 

De entrada, los catalanes, que iniciaron la jornada como punteros del Grupo H, con siete unidades, mostraron que el duelo iba a desarrollarse muy lejos de Víctor Valdés y peligrosamente cerca de Christian Abbiati. A la visita el punto le sentaba muy bien, lo que se evidenciaba en una propuesta tan especulativa como riesgosa.

Después de caminar por la cornisa durante media hora, los italianos perdieron el equilibrio de la manera menos pensada. Tras un centro frontal, Neymar cayó ante la marca de Ignazio Abate y el árbitro serbio Milorad Mažić sancionó un penal sumamente dudoso. Quien no tuvo dudas fue Messi, que remató fuerte y al medio y se sacó la mufa.

Entonces se quemaron los libros de un equipo armado para resistir y que poco hizo para inquietar a la defensa local. El problema del Milan se agravó cuando a los 38 Xavi despachó un tiro libre al área desde la izquierda, la zaga italiana falló en la marca y Sergio Busquets clavó el 2 a 0 con un cabezazo.

Sin embargo, casi sin cruzar la mitad del campo en la etapa y teniendo muy poco la pelota (la posesión en el primer tiempo favoreció 70 a 30 al Barsa), los dirigidos por Massimiliano Allegri lograron descontar en una acción cargada de fortuna: Kaká ganó en velocidad por la derecha, tiró el centro rasante y Gerard Piqué, en su intento de rechazo, derrotó a Valdés.

En el complemento, el Milan se animó un poco más, con el ingreso del peligroso Mario Balotelli -reemplazó al intrascendente Robinho-, quien acompañó a Kaká en la ofensiva y desequilibró más de una vez por la derecha. Cuando apenas se habían jugado dos minutos, obligó a un revolcón de Valdés.

De todas maneras, la sensación de riesgo merodeó mucho más frecuentemente la valla defendida por Abbiati. El arquero tuvo dos excelentes respuestas: a los 13 envió al corner un derechazo esquinado de Andrés Iniesta y a los 29, tras una enorme combinación entre Messi y Neymar, se hizo grande para evitar el tanto de Alexis Sánchez.

Sin embargo, poco pudo hacer el arquero italiano frente a otra obra maestra del conjunto de Martino. A los 37 Messi arrancó en tres cuartos de campo, tiró la pared con Cesc Fábregas, fue a buscar la devolución al corazón del área y, cuando estuvo cara a cara con el guardameta, definó arriba para establecer el definitivo 3 a 1.

Con este triunfo, el Barcelona comanda el Grupo H con 10 puntos, seguido por su derrotado, que se quedó con 5. Un escalón más abajo se ubica el Ajax, con 4, que venció 1 a 0 en Ámsterdam a Celtic, colista con 3 unidades.