El COVID-19 llegó a la Base Esperanza de la Antártida argentina, donde se detectaron 24 casos positivos durante el relevamiento del personal militar y científico en la 118º Campaña Antártica de Verano (CAV) 2022.
Según detalla el comunicado del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), se aplicaron los protocolos sanitarios previstos para esos casos en el continente antártico y se dio inmediato aviso a los familiares de las personas contagiadas y las autoridades oficiales.
Como parte del operativo sanitario, inicialmente se procedió al repliegue del personal más antiguo de la base antártica, debido a que todavía no había sido recibido la vacuna contra el COVID-19, y fue trasladado a la Ciudad de Buenos Aires. Todos se encuentran aislados en instalaciones sanitarias militares y cursan la enfermedad sin gravedad, de acuerdo al reporte de las Fuerzas Armadas.
En tanto, el personal de relevo que resultó positivo de coronavirus se encuentra asintomático y en buenas condiciones de salud, siendo monitoreado a diario por el médico de la Base Esperanza, quien se encuentra en contacto directo y permanente con los especialistas médicos del COCOANTAR. Todos ellos ya se encuentran vacunados.
Hasta el momento, el resto de las bases argentinas en la Antártida permanecen libres de COVID.
(infobae)
Cuarentena preventiva en el rompehielos Almirante Irizar
Con el objetivo de no trasladar la pandemia a las 13 bases que Argentina opera en su territorio antártico durante una travesía que se extenderá entre el 11 de enero y el 1 de mayo, casi 300 científicos y militares cumplieron desde el pasado 28 de diciembre una cuarentena preventiva en el puerto de Buenos Aires a bordo del rompehielos Almirante Irízar, que zarpó el pasado 12 de enero.
En este sentido, la planificación argentina incluyó estrictas cuarentenas y testeos para todo el personal que debe cumplir tareas logísticas y científicas en el continente antártico.
Todos los científicos y técnicos de la Dirección Nacional del Antártico, como también la dotación del rompehielos, debieron pasar por un primer test PCR, dos semanas de aislamiento y un segundo test PCR antes de embarcar. Pero debido a que en la primera ronda de pruebas se detectaron más de 50 positivos, todos ellos desafectados de sus funciones, las autoridades decidieron efectuar dos rondas adicionales, totalizando 4 hisopados por cada persona a embarcar.
El rompehielos Almirante Irizar.
Previo al nuevo viaje que el rompehielos Almirante Irízar realizó a la Antártida, el capitán de navío Carlos Musso Soler, se refirió a la situación sanitaria por el COVID-19. “La pandemia sigue existiendo y no podemos llevar el virus a un lugar donde hay personas que no están vacunadas porque están allá desde hace un año y que además tienen las defensas bajas por permanecer tanto tiempo aislados en ese medio, por eso también desde el comienzo de la emergencia en 2020 se suspendieron las visitas con bases antárticas de otros países y las de los contingentes turísticos”, remarcó.
”La misión fundamental de la Armada es salvaguardar la vida en el mar, y cuando el ‘Almirante Irízar’ navega en aguas antárticas hay tranquilidad en todas las bases de la zona porque saben que hay cerca una respuesta médica que cuenta con tres quirófanos, respiradores y la posibilidad de facilitar evacuaciones a través de sus dos helicópteros”, completó Musso Soler a la agencia Télam.
Infobae