Rusia aseguró este domingo, por segundo día consecutivo, que utilizó misiles hipersónicos en Ucrania, esta vez para destruir una reserva de combustible del ejército ucraniano en el sur del país.
“Una gran reserva de combustible fue destruida por misiles de crucero ‘Kalibr’ disparados desde el mar Caspio, así como por misiles balísticos hipersónicos lanzados por el sistema aeronáutico ‘Kinzhal’ desde el espacio aéreo de Crimea”, afirmó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
El ministerio agregó que este ataque se produjo en la región de Mikolaiv, pero no especificó la fecha.
Los misiles balísticos hipersónicos “Kinzhal” (“daga” en ruso) y los misiles de crucero “Zircon” pertenecen a una familia de nuevas armas “hipersónicas” desarrolladas por Rusia, que el presidente Vladimir Putin califica de “invencibles” porque se supone que pueden eludir los sistemas de defensa del adversario.
Un misil hipersónico Kh-47M2 Kinzhal transportado por un Mikoyan MiG-31K
Un misil hipersónico de corto alcance que no explotó y fue encontrado por autoridades ucranianas (vía Reuters)
Fue el segundo día seguido en el que Rusia utilizó el Kinzhal, un arma capaz de alcanzar objetivos a 2.000 kilómetros (1.250 millas) de distancia a una velocidad 10 veces mayor que la del sonido. Sería el primer uso conocido en condiciones reales de combate de este sistema que se probó por primera vez en 2018.
Por su parte, Estados Unidos confirmó este domingo que Rusia ha utilizado misiles hipersónicos en la guerra de Ucrania, convirtiéndose así en el primer uso conocido de tales misiles en combate, indicó la cadena CNN. Funcionarios estadounidenses han explicado que “es probable” que estos lanzamientos tuvieran la intención de “probar las armas y enviar un mensaje a Occidente” sobre las capacidades rusas, según han dicho varias fuentes al canal.
En tanto, el Ministerio de Defensa ruso dijo este domingo que “misiles de alta precisión” disparados por Moscú habían alcanzado un centro de entrenamiento de las fuerzas especiales ucranianas en la región de Jitomir, a 150 kilómetros al oeste de Kiev. “Más de 100 miembros de las fuerzas especiales (ucranianas) y mercenarios extranjeros murieron” en el ataque, dijo el ministerio ruso. Estas afirmaciones no han podido ser verificadas de forma independiente en lo inmediato.
El Ministerio británico de Defensa dijo que el espacio aéreo ucraniano seguía defendido con eficacia y Rusia no había logrado controlarlo, algo que era uno de los objetivos clave del Kremlin.
Ucrania contaba con alrededor de 100 baterías antimisiles S-300 antes de que el presidente Vladimir Putin lanzara la invasión el mes pasado, y el ejército ruso se atribuye haber destruido unas 40 al principio de la guerra el 24 de febrero, escribió recientemente el ex soldado estadounidense Brent Eastwood, editor de defensa en ‘1945′, una revista en línea sobre política exterior.
El país es enorme y solo proteger a una ciudad es bastante, le dijo a la AFP. “Si yo fuera un estratega de guerra para Ucrania, quisiera cuatro baterías S-300 para cada cuadrante de Kiev. Ese despliegue me ayudaría a dormir más tranquilo en la noche”, aseguró.
Infobae