Las autoridades de Filipinas trabajan para socorrer a los damnificados por el tifón "Haiyan" o "Yolanda", mientras que el gobierno de Japón anunció el envío de equipos médicos y el de Australia declaró que dará unos 9,3 millones de dólares en ayuda humanitaria.
En Tacloban, capital de la provincia de Leyte, Filipinas, "Haiyan" dejó un paisaje de destrucción total, tras golpear la ciudad con ráfagas de hasta 315 kilómetros por hora y una crecida del nivel del mar de más de 2 metros el pasado viernes.
El Superintendente Elmer Soria dijo que la destrucción alcanza al 80 por ciento de las estructuras en Tacloban, donde las autoridades desplegaron tropas del Ejército y policías en las zonas más afectadas para garantizar la seguridad.
Varios países y organizaciones internacionales comenzaron a enviar personal y ayuda humanitaria a los afectados por el tifón, entre ellas Naciones Unidas, que indicó que la destrucción dificulta el envió del material.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a la comunidad internacional a mostrar su solidaridad con el pueblo filipino.
UNICEF estimó que hasta cuatro millones de niños y menores pueden haber resultado afectados de alguna manera por el tifón.
"Llegar a las zonas más afectadas es muy difícil. Los accesos están muy limitados por los daños causados por el tifón en las infraestructuras y las comunicaciones", informó el representante de UNICEF en Filipinas, Tomoo Hozumi.
La organización Médicos Sin Fronteras indicó en un comunicado que inició el envío de unas 200 toneladas de material médico para tratar heridas, vacunas del tétanos, tiendas de campaña y productos de higiene, además de un equipo de 30 médicos, psicólogos y personal logístico.
Mientras tanto, las autoridades filipinas trabajan para restablecer los servicios básicos.
La Autoridad de Aviación Civil indicó que a lo largo del día se restablecerán las operaciones en los cuatro aeropuertos de la región excepto en el de Tacloban que limitará su actividad a horario diurno.
Unos 4,5 millones de personas de 36 provincias del país se vieron afectadas por el tifón, de las que unas 330.000 se encuentran en los centros de evacuados.
El ministro de Interior admitió ayer las dificultades que están teniendo las autoridades para contabilizar los cadáveres y los daños producidos después de que numerosas líneas de comunicación terminaron destrozadas.
Antes de la llegada de este último tifón a Filipinas, el vigésimo cuarto del año, los meteorólogos habían advertido que podría tener un efecto devastador mayor que el tifón Bopha, que en 2012 dejó cerca de mil muertos.
Tras arrasar el centro de Filipinas, "Haiyan" entró de madrugada en el norte de Vietnam, donde las autoridades evacuaron unas 600.000 personas, y se desplaza hacia el sur de China donde se espera que llegue debilitado como tormenta tropical.
Por su parte, la ministra de Exteriores de Australia, Julie Bishop, declaró en rueda de prensa en Camberra que el paquete de ayuda a Filipinas fue aprobado en respuesta al "desastre de gran escala" registrado este fin de semana.
"Las pérdidas en vidas, los daños a la propiedad y a las viviendas fueron absolutamente devastadores", dijo Bishop.
La mayor parte del dinero se destinará principalmente para responder al llamado de ayuda de emergencia de Naciones Unidas, así como para la Cruz Roja y otras organizaciones gubernamentales que trabajan en la zona del desastre.
Bishop señaló que Australia está dispuesta a brindar mayor ayuda a Filipinas, país al que durante el fin de semana envió materiales valuados en unos 375.000 dólares.
A esto se agrega la llegada de tres expertos australianos en desastres, de los cuales dos de ellos se encuentran ya en la zona de emergencia.
"Estamos cerrando con el Gobierno filipino el envío de nuestro contingente de emergencias hoy mismo", dijo hoy el ministro portavoz de Japón, Yoshihide Suga, citado por EFE.
El equipo estará formado por cerca de 25 especialistas, médicos o enfermeras pertenecientes al Equipo Japonés de Ayuda en caso de Desastres.
"Queremos incrementar el volumen de ayuda lo más posible de acuerdo con las necesidades locales y las peticiones por parte del Gobierno de Filipinas", añadió Suga, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
Al margen, Japón envió en la víspera dos representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Agencia de Cooperación Internacional nipona al país para evaluar la situación.
Por su parte, Nueva Zelanda destinará 1,6 millones de dólares en ayuda humanitaria para Filipinas, anunció hoy su ministro de Exteriores, Murray McCully.
"El tifón Haiyan causó un daño significativo y afectó a más de 4,4 millones de personas en 36 provincias de Filipinas", dijo McCully en un comunicado de prensa.