"Ahora está haciendo menos 10 grados y menos 20 de sensación térmica con el tema del viento”, contó Ernesto al aire de La Mañana del Limón, con una imagen muy descriptiva: hablando desde ´el patio´ de la Base Marambio, muy abrigado, tapado hasta los ojos, con copos de nieve sobre su pelo y rostro. En ese contexto nos habló de cómo es vivir bien al sur de nuestro país, y de qué se trata la convocatoria anual que realizan desde la Dirección Nacional del Antártico.

La Fundación Marambio expresó en su convocatoria abierta que los equipos del Instituto Antártico Argentino que encabezan proyectos de investigación científica en la Antártida Argentina buscan profesionales, con título universitario de grado correspondiente a carreras de informática o electrónica, ser estudiantes de esas carreras, o técnicos electrónicos o secundario técnico con orientación informática o electrónica. La convocatoria busca cubrir una docena de cargos técnicos que deberán prestar servicio durante el invierno antártico en las bases antárticas permanentes: Orcadas, Belgrano II, San Martín, Marambio y Carlini. La propuesta está abierta a cualquier persona de entre 22 y 50 años, que sea argentina nativa, por opción o naturalizada con un mínimo de dos años de residencia en el país y que cumpla con el perfil profesional solicitado.

Para conocer todos los detalles ingresá a la página de la Fundación Marambio.

“Hay una preparación previa, y estamos hace 6 meses. Ya estamos aclimatados”, expresó Lynch en La Mañana del Limón, y agregó: “Lo difícil de la Antártida es el aislamiento. Al clima uno se acostumbra. Pero sí cuesta el aislamiento, por las cosas naturales que uno tiene todos los días en casa, los afectos, la familia, los seres queridos, y las comodidades de cada uno. Estamos muy acostumbrados a vivir cada uno en su casa, terminamos de trabajar y nos volvemos a casa. Acá es todo el día. No hay horario”.

Ernesto Rafael Lynch, con su profesión de piloto a volado anteriormente sobre el continente, pero es la primer campaña anual que realiza. Nació en Capital Federal, pero en la actualidad vive en La Falda con su familia, a quienes aprovechó el aire para nombrarlos y enviarles un saludo.

En la conversación que tuvo con Julián y Daniel hubo una promesa de asado de por medio. Cuando Ernesto regrese de la Antártida, y pase por Río Cuarto, el equipo de La Mañana del Limón deberá cumplir con la promesa hecha al Mayor piloto de Fuerza Aérea Argentina.

Mirá la nota completa, realizada desde la Base Marambio en el Continente Antártico