Dos manos, dos pies, costillas y cabellos aparecieron en un baldío. Tenían cal encima. No aparecen la cabeza ni el tórax.
Los niños jugaban bajo el sol del mediodía, cuando quedaron paralizados por el espanto y salieron corriendo. En el descampado, en medio de la basura, divisaron una mano en una caja. Los pequeños corrieron a alertar a sus madres. En segundos, la zona quedó llena de curiosos hasta que arribaron efectivos de la Policía provincial, bomberos y peritos de Policía Judicial. Tras revisar el sector, la escena se tornó más tétrica: se ubicaron dos manos seccionadas, dos pies, un fémur y al menos dos costillas. Los miembros estaban tapados con cal. En un contenedor de basura se encontraron cabellos humanos que corresponderían al cuerpo. Del torso y la cabeza, ni noticias.
El episodio, ocurrido ayer a la tarde en el ingreso a villa El Naylon, próximo a barrio Sargento Cabral y Marqués Anexo, al norte de la ciudad de Córdoba, se convirtió en un nuevo enigma investigativo.
Fuentes de la causa confiaron a La Voz del Interior que los restos se corresponderían con una mujer, mayor de edad. Sin embargo, será el trabajo de los forenses en la morgue lo que termine (o empiece, quizá) a echar un poco de luz al enigma. Nadie se atrevía al cierre de esta edición a confirmar que se esté en presencia de un homicidio. Sin embargo, a tenor de los elementos hallados, el cuadro de situación presagia un drama a develar. No todos los días se hallan restos óseos tapados con cal en una caja.
“No sabemos quién era en vida. Suponemos que estamos ante un hecho violento, pero el trabajo forense será clave. Hay que confirmar si era una mujer, luego qué edad tenía y recién entonces podremos analizar con las personas que están desaparecidas”, comentó una fuente del caso, quien agregó: “El caso parece complejo”.
“Ni siquiera sabemos si la muerte fue violenta o si, luego de fallecer, decidieron tirarla. Los restos aún presentaban algunos tejidos blandos. Pero la cal da la pauta de algo serio. Lo peor es que no aparece la cabeza y el torso y eso que se buscó mucho”, opinó otro vocero. Nadie se atrevía ayer a hablar de una mujer descuartizada. Pero, a la vez, nadie lo descartaba. Por la morfología de los restos descartan que sea un hombre.
Horror
El hallazgo se produjo al mediodía en un descampado ubicado a la vera de las vías, en bulevar Los Andes, cerca de Espinel.
“Estábamos comiendo, cuando comenzó un alboroto bárbaro. Había corridas y gritos. Unos chicos habían encontrado partes de un cuerpo en un contenedor. Nos dio un miedo bárbaro. Hay una gran inseguridad acá”, contaba ayer Eugenia, vecina del sector. “Mirá si venía el basurero y se llevaba el contenedor... No se hubiera descubierto nada”, añadió. Y quizá tenga toda la razón. La cal había tapado cualquier vestigio de olores nauseabundos.
Tampoco está precisado cuándo habrían sido arrojados los restos humanos.
¿Estudiantes? Un forense anoche deslizó: “¿Y si eran estudiantes de medicina que se quedaron con lo que les servía y tiraron el resto? A priori, el caso depara una larga pesquisa. Redacción Lavoz.com.ar