Las siglas UPL significan Unidad de Producción de Lechones y es una creación del Med. Vet. Leandro Mondino, apellido con tradición genética porcina (Chetapuy) y dedicado pura y exclusivamente hacer eficiente al sector porcino.
Río Cuarto fue reconocida como una de las zonas más porcineras del país. Los tiempos fueron cambiando y las economías también y en ese cambio quedaron en el camino numerosas granjas porcinas. Esa es la necesidad que vio Leandro Mondino y por ello salió al rescate de algunas de esas granjas y con otros productores que se fueron sumando lograron este caso de éxito y así continuar con la producción de carne porcina, que viene creciendo en Argentina.
Esta UPL surge de la necesidad que pudo observar el Veterinario en los productores porcinos a la hora de pariciones de madres, mortandad y poca eficiencia en los partos. Por ello la UPL vino a solucionar ese problema. Mensualmente cada productor recibe una cantidad de lechones con genética garantizada y el productor comienza el engorde.
La granja se encuentra ubicada en un establecimiento agropecuario en la localidad de Carnerillo, provincia de Córdoba y destinada a un sitio uno. “Concentramos reproductores y el producto final son los lechones de destete a la edad de 21 días”, explica Leandro Mondino.
Una solución
Sin dudas, quien escribe viene de tradición porcina familiar y es un trabajo sacrificado, costoso, que lleva horas y horas, donde no hay día no noche, ni tampoco domingos o feriados. Cuando “la chancha quiere parir” no se discute y si hay un prolapso hay que solucionarlo. Estas son las cosas de la producción que a veces por falta de tiempo o personal capacitado, el productor porcino termina siendo “ineficiente” y en los tiempos que mandan hay que ser “eficientes”.
En este sentido el profesional indica que esto una transformación que se dio en el tiempo por una necesidad. “En los años 2016 , 2017 comenzamos a ver en Nutricor (empresa de nutrición animal) a mucha gente que en el sistema se le estaba complicando”, relata.
Las complicaciones de las que habla Mondino son las de rentabilidad por no poder llegar a niveles de producción que exigen los sistemas porcinos actuales. “Desde 2003 en adelante tuvimos años donde el cerdo tenía gran rentabilidad, producto de que el principal insumo, maíz, era barato y fundamental”.
Tal como lo explica el titular de la U.P.L. los tiempos cambiaron, puntualmente en el año 2016, donde los costos de alimentación, léase precio maíz, comenzaron a elevarse. “Comenzó a ser necesario a hacer un buen uso de ese alimento”. Además, agregó que por más que el productor genere ese insumo sigue siendo un alimento caro, que hay que hacer eficiente.
Integrados
La Unidad de Producción de Lechones cuenta con siete productores asociados en la U.P.L. Carnerillo. “Con mi socio Hernán tenemos otra integración que se está desarrollando en otro sitio”, señala. La otra unidad se encuentra a uno pocos kilómetros de Carnerillo, puntualmente en la localidad de General Cabrera, en la que se está gestando desde cero, con instalaciones modelo la nueva integración.
En cuanto a la cantidad de madres comenta que llegan a agrupar unas 70 a 90 madres cada productor integrado. Por supuesto que antes de llevar las madres a la U.P.L. pasan por un estricto análisis de calidad genética y sanidad, ya que son el ABC productivo porcino, en donde todos los índices cuentan.
Los inicios
Cuando comenzaron con el sistema, el Veterinario afirma que hicieron una excepción. “Hicimos serología en todas las granjas que podían ser aptas y se hizo una preselección de algunas hembras de las cuales esta granja se pobló con 550 madres”. De esas 550 madres, 350 se trajeron de los mismos productores, pero de los que pasaron el control de calidad y sanidad, es decir granjas sanas. “Las otras 200 se incorporaron de una empresa de genética”.
Los parámetros a seguir
El Coordinador técnico remarca que los parámetros técnicos que se utilizan en la granja y que hasta ahora se vienen cumpliendo son treinta lechones por hembra año. Para lograr esa meta Mondino señala que hay que tener una tasa de parto superior al 92 % o mínimamente de un 92 %. Como así también una tasa 2.4 partos por hembra por año. Y el último índice de eficiencia para que el negocio sea rentable deben destetar entre doce y trece lechones por hembra por año. “Gratamente estamos superando ese índice”.
La clave
Más allá de lo que explica Leandro Mondino la clave es “el ojo del amo, que engorda el ganado”. Se trata de observar minuciosamente cada índice. “También y sobre todo cuando hay crisis hay que mantener la tasa de reposición de madres”, asevera.
Más integrados
El titular de la granja comenta que la misma cuenta con 550 madres, pero a la vez apunta que esa unidad productiva sigue siendo una granja que necesita más cerdas. Por lo que la U.P.L busca integrar mas productores que se sumen a esta iniciativa. “Mientras más grande es la escala, más sencillo son las cosas”. Como así también explica que cuando más grande es la producción se tiende a tener mejores índices productivos y reproductivos.