El Juez Claudio Mazuqui, cuando fue niño, su familia fue de acogimiento. En la actualidad está a cargo del juzgado de niñez de Huinca Renancó, lo premiarán y distinguen por su trabajo. Para comunicarle a una niña de 7 años sobre su adopción definitiva, contó con la colaboración de Minnie, quien le contó a la pequeña y a sus papás de acogimiento, en su propio domicilio, que vivirían juntos, de manera permanente gracias a la sentencia.
En un tiempo donde es urgente ocuparnos de la niñez, Claudio Mazuqui, del Juzgado de Control, Niñez, Juvenil y de Faltas de Huinca Renancó, reza con el ejemplo y busca replicar lo que sucedió en la vecina localidad, para que se imite la humanidad en los casos que más lo necesitan.
El hecho sucedió el año pasado. Una niña de 7 años que vivía con su familia de acogimiento, recibió la noticia que ellos serían su familia definitiva. El Juez decidió hacerlo de manera muy especial: en primera instancia, eligió que sea en la casa donde vivían ellos, en vez de que sea en una oficina; segundo, fue el persona de Minnie Mouse quien le comunicó tanto a la pequeña como a los adultos que la Justicia había determinado la sentencia. Este video lo subió en la red social de Tik Tok, con el objetivo de contagiar la manera de comunicar.
Por este motivo, el próximo martes 24 de mayo Claudio Mazuqui va a recibir el galardón del Día de Internet, y este viernes 20 recibirá un galardón en Tenerife, España, y está en disputa por otro reconocimiento Alemania.
“La noticia era para ella y para la familia. Ninguno de ellos sabía que íbamos a hacer esto. Y que la pequeña iba a pertenecer, a partir de una sentencia, a la familia”, expresó Mazuqui en La Mañana del Limón, destacando que quienes pasaron a ser su familia permanenete, era anteriormente de acogimiento. Con respecto al caso de Gina, que resona en las últimas semanas, sostuvo: “No conozco las particularidades del caso de General Deheza. Primero voy a contar que todo tiene una historia, porque uno ha sido hogar de tránsito, hogar de guardia. Yo tengo más de 70 primos hermanos. Y a eso lo traslado como Juez. Puedo entender lo que sienten y lo que pasan esos niños en esta situación, entonces me permito hacer estas acciones. Gracias a los medios de comunicación fue virilizada, y permite que otros lo repliquen”.
“Había una niña de 7 años que comprende, y queríamos comunicarle algo de una manera tan linda, que a veces tardamos en eso, y lo logramos. La Minnie se vino desde Río Cuarto. Se hizo 200 kilómetros para poder hacer eso. Nosotros como jueces no tenemos que perder la sensibilidad, sino todo lo contrario”, dijo el Juez de Niñez, y agregó: “El año pasado fue cuando se viralizó esta forma de comunicar. Es una gran movida, la movida de comunicar de otra manera. Con el personaje de Minnie y en el domicilio de la niña. Poder hacerlo con todos los medios de comunicación posibles, que nos conozcan las otras facetas, que sepan que podemos pensar en el otro y visibilizar la Justicia. La idea principal era que la niña comprenda”.
Al referirse a la situación actual del Registro Único de Adopción, dijo que “los tiempos se tienen que acortar. Debe haber mayor difusión de cómo son las leyes, adoptar las leyes a las necesidades. Cada día en la vida de un niño es importante, porque se crean lazos, y uno pasa a ser familia. Yo que tengo cerca de 70 primos hermanos, lo he vivido. Hay personas, son personas, que sienten, viven. Hay que ser muy cuidadosos. Sabíamos que iba a tener un buen efecto sobre la niña y fue mucho mayor lo que paso”.
Y el Juez tuvo la certeza de que la pequeña había comprendido el concepto de la sentencia porque se cruzó con ella un tiempo después en una verdulería de la vecina localidad, a través del vidrio lo saludó, salió para verse frente a frente y le dijo: “Vos sos el Juez que me dio esta familia”. Así el Juez Claudio Mazuque destacó: “Lo comprendió. El objetivo estaba cumplido. La niña entendió el paso fundamental en su vida”.
“Siempre le digo a mi equipo de trabajo que nunca pierdan la sensibilidad”, finalizó el Juez, y así nos dejó el claro mensaje que hace falta más que libros para estar en lugares sensibles que trabajan con la niñez.