Hace dos meses y medio el polista Clemente Zavaleta, hijo de María Emilia Fernández Rousse, una de las Trillizas de Oro, jugaba un partido en Palm Beach cuando chocó contra uno de los integrantes del equipo rival y cayó de su caballo. De inmediato tuvo que ser hospitalizado y a las pocas horas su madre ya estaba en suelo estadounidense para acompañarlo.

“Un coágulo en la cabeza junto a una lesión en el tronco encefálico, mientras que se le detectó sangrado en un pulmón y la fractura de varias costillas”, rezaba el primer parte. Día tras días, siempre acompañado por su familia y colegas, Corchito, como cariñosamente lo llaman, fue mejorando. A fines de abril dejó la sala de terapia intensiva en la que estaba internado desde el día uno y días más tarde fue trasladado a un centro de rehabilitación.

“Él está bien”, dijo María Emilia en diálogo con Teleshow y luego aunque no dio demasiados detalles, confirmó que el polista de 36 años “está en plena rehabilitación”, a la vez que agradeció como lo hizo desde el primer momento a la prensa por la preocupación.

Quien fuera conductora de programas como El club de Mickey había viajado al día siguiente del accidente a Miami y semanas más tarde se le unieron sus hermanas María Eugenia y María Laura y su mamá, Coca. “Está mi otro tercio” había dicho en un video que publicó en sus redes una vez que estuvieron todas juntas, ya mucho más contenida.

El accidente fue a mediados de marzo mientras Clemente jugaba para el equipo del canadiense Frederick Mannix, denominado Alegría, junto a los argentinos Agustín Merlos y Juan Bollini en un duelo frente a Catamount (integrado por Pablo Pieres, Ignacio Novillo Astrada, Victorino Ruiz Jorba y Scott Devon).

Hijo de María Emilia y de Clemente Zabaleta, quien también fue polista, y se desempeña como manager en la organización de Alegría, que tiene sede en Buenos Aires y el país norteamericano, el joven tiene dos hermanas: Emilia y Sonia. Está casado con la francesa Isabelle Strom, nieta del magnate francés Robert Zellinger de Balkany y es papá de Olimpia de cinco años y Assia Eugenie de cuatro.

Además de su madre y sus tías, fue su amigo y colega Polito Pieres uno de los impulsores de las tantas cadenas de oración que se realizaron por su recuperación. “Fuerza Corchi” y “Vamos Corchito todos con vos”, fueron algunos de los mensajes que compartió desde la puerta de la clínica donde estuvo internado el deportista. Pronto, los comentarios y los rezos se multiplicaron por todo el mundo.

Unidas como siempre, desde pequeñas, en más de una ocasión las Trillizas usaron sus redes para referirse a dichas demostraciones: “Gracias por los miles de mensajes que nos llegan por todas las vías de contacto. El amor y la buena energía se sienten y mucho. La fe, junto al amor, son las fuerzas más potentes del mundo. Y sin importar la religión que se practique o crea: ayudan, sanan y hacen milagros. Sigamos rezando, cada cual a su Dios, por el Corchito. Gracias a todos”.



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