Leo nos cuenta no solo las características del mobiliario objeto del trabajo efectuado, sino que describe esta tarea en particular, como una experiencia muy importante en su propia historia personal. Por la trascendencia del personaje de Juan Filloy y por lo que imagina como un legado para todos.

En parte de la entrevista, expresa…”que los muebles no son muebles inertes, vienen con una carga emocional que impacta a la gente…” y esto se ve reflejado en las sensaciones que produce en quienes toman contacto con ellos. …” La lectura como fuente de crecimiento personal y colectivo…. La cultura no tiene grietas…”

A propósito de Juan Filloy, es necesario relatar aunque más no sea una breve síntesis de su multifacético y prolífico quehacer.
Nos introducimos a su mundo con un párrafo de su relato, Esto fui.

…”Estoy desenterrando recuerdos de mi niñez como si fueran piezas arqueológicas. Mi candor fulge en ellas todavía. Infancia de pies descalzos y calzón corto, conservo como trofeos las cicatrices de mis rodillas. Y, por la misma razón por la que fui siempre un chico miedoso, tiemblan aún mis zozobras en las escoriaciones de las piernas y en la inmutabilidad de mi inocencia.

Todo anciano no es más que una calavera forrada con un pellejo emaciado que apenas palpita. Es bueno que lo diga desde mi cumbre de longevidad….”.

Juan Filloy, nació el 1 de agosto de 1894 y murió el 15 de julio de 2000, en la ciudad de Córdoba, apenas dos semanas antes de cumplir 106 años, el 1º de agosto.

El hombre de los tres siglos, Nació en el XIX, recorrió todo el XX y transitó el XXI, con la misma lucidez que se encuentra plasmada en sus libros. Un hombre irreverente y libre en la escritura para su época.

….”Yo escribo lo que me da la gana. Yo escribo siempre”…decía Don Juan.

De esta manera, publicó unos cuarenta volúmenes y acuñó más de seis mil palíndromos.

Su primer texto literario apareció en 1910, a los 14 años, en una revista que dirigía Horacio Quiroga. En 1912, dibujó para la Voz del Interior una caricatura de Theodore Roosevelt, presidente de los Estados Unidos.

Participó activamente en la Reforma Universitaria en 1918, y ese mismo año fue uno de los fundadores del club Talleres. En 1919, se recibió de abogado. En 1920 Don Juan, se instaló en Río Cuarto, en una casa frente a la actual AFIP.

Su primer libro (en 1930) fue Periplo, que es una crónica por la cuenca del Mediterráneo y postales de países como España, Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Siria, El Líbano y Jerusalén. "Op Oloop", es una de las novelas más comentada. Tiene un protagonista, Optimus Oloop, hombre metódico, dado a las estadísticas, que choca duramente con la realidad, enloquece y muere. Fue abogado, fiscal, juez y camarista. Tuvo a su cargo la Presidencia de la Cámara Federal de Apelaciones, cargo en el que se jubiló. Miembro de la Federación Argentina de Boxeo, socio fundador de Talleres de Córdoba, del Museo de Bellas Artes de Río Cuarto y del Golf Club. Fue columnista del diario El Pueblo de Río Cuarto y de la Nación durante sesenta años.

Era llamado “el escritor escondido”, porque no estaba en el centro de la atención pública y los elogios, no obstante ser reconocido por el mismísimo Borges en un reportaje que tuve oportunidad de realizar junto a Amadeo Fiori, en el Gran Hotel de Río Cuarto. Allí Borges consultado sobre el Premio Nobel dijo…” Ustedes tienen a Filloy, el si merece un premio Nobel…”

Juan Filloy decía de Borges…"Borges escribía mirando al cielo; yo, en cambio, siempre he mirado al suelo"…

En las últimas décadas le llegaron las distinciones. La Academia Argentina de Letras lo nombró miembro correspondiente, la Sociedad Argentina de Escritores le otorgó el Gran Premio de Honor de 1971, recibió el Premio Konex 1994 y muchos más.

Ante la pregunta realizada por Mempo Giardinelli para un documental…”Le preocupa el olvido, Don Juan...”?..” Respondió….” En absoluto. Me preocupa la obra...”

Con la restauración del mobiliario que usó en su paso por los Tribunales, decidido por las autoridades Judiciales, Provinciales y Municipales, y realizada por Leonardo Varea, la obra y el recuerdo del “Gran escritor escondido”, están preservados.

En breve será posible utilizar la sala de lectura Juan Filloy en el primer piso del Teatrino de la Trapalanda.

Redacción: Mabel Sanchez, periodista y abogada

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