Se fundió dos veces, pero una calesita del Italpark le cambió la vida y hoy es leyenda en San Antonio de Areco. Se trata de Luis Alberto Betenile, quien dialogó con Gente Necesaria.
Su historia está atravesada por el amor a los chicos y el sueño de ver funcionar su calesita. Luis Alberto Betenile se fundió dos veces y en uno de sus tantos viajes a Buenos Aires donde compra lo que vende en las calles de San Antonio de Areco, obtuvo el dato que se vendía una calesita de Italpark.
Compró la calesita en 2012 luego de pagarla durante 10 meses, la arregló y puso a trabajar en 2013 en el Parque San Martín de su pueblo. La calesita funciona todos los sábado y domingo en San Antonio de Areco y además en ella se festejan algunos cumpleaños. Tiene sortija y con ella da regalos, comentó en diálogo con Gente Necesaria.
La pasión por los parques nació de su hermano mayor que vendía maní caliente y golosinas en un triciclo. Luego siguió Luis con esta tarea ya que le tomó el gusto a trabajar en la calle y con los chicos.
Cómo espera los fin de semanas para ponerla a girar. “El día de abrir la calesita me enchufo. Llegó al Parque donde la preparo para empezar a trabajar y entró en un mundo que me enloquece”, aseguró Luis.
Dijo que después de la pandemia están viendo las cosas de otra manera.
A qué se debe que se mantenga intacta la magia de la calesita. “Todo lo que se haga con la infancia es muy lindo. No hay nada que se compare con una calesita. No debería faltar en ningún pueblo porque no se compara con otro momento de alegría”, manifestó.
El Gato de la Calesita, Hernán Figueroa Reyes.
Conductor: Pablo Ferrari
Producción Periodística: Carolina Chiarotto
Operador: Andres Berretta