Al rezar el Ángelus dominical desde Matera, en el sur de Italia, el Papa Francisco criticó la construcción de "muros contra hermanos y hermanas".
Al rezar el Ángelus dominical desde Matera, en el sur de Italia, el Papa Francisco pidió que los migrantes, refugiados y desplazados "puedan vivir en paz y dignidad", y criticó la construcción de "muros contra hermanos y hermanas".
Acto seguido, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica pidió a los líderes mundiales que tomen "iniciativas eficaces" y rápidas para terminar con la guerra iniciada en Ucrania tras la invasión rusa del 24 de febrero.
"Este domingo, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, sobre el tema 'Construir el futuro con los migrantes y refugiados'", recordó Jorge Bergoglio.
"Renovemos nuestro compromiso de construir el futuro según el proyecto de Dios: un futuro en el que cada persona encuentre su lugar y sea respetada; donde los migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de la trata puedan vivir en paz y con dignidad", convocó el Papa.
Sobre la guerra en Ucrania, dijo: "Que María, Reina de la Paz, consuele al pueblo ucraniano y obtenga para los líderes de las naciones la fuerza de voluntad para encontrar inmediatamente iniciativas eficaces que conduzcan al fin de la guerra".
En la semana, Francisco había denunciado las "salvajadas y monstruosidades" de la guerra en Ucrania, al recordar el relato que le hizo uno de los cardenales que envió a ayudar al pueblo ucraniano bajo invasión rusa.
El Papa contó que el cardenal polaco Konrad Krajewski, titular del Dicasterio para la Caridad de la Santa Sede, le narró "el dolor" del pueblo ucraniano desde la sureña provincia ucraniana de Odesa, donde estuvo repartiendo asistencia.