El hallazgo de una serie de cráneos ovalados que realizó un grupo de investigadores mexicanos en 2016 volvió a trascender en las redes sociales por un peculiar motivo: los usuarios pensaron que eran de alienígenas, debido a las características físicas que presentaban. Sin embargo, una de las arqueólogas que participó del equipo dio detalles al respecto y derribó todo tipo de mitos.
Cristina García Moreno, investigadora del Centro INAH Sonora, líder del proyecto iniciado pro Arizona State University, dialogó con el medio El Sol de Hermosillo y explicó que el lugar donde se realizó el descubrimiento fue en el Valle de Ónavas, México.
Los arqueólogos realizando las investigaciones en la zona (Foto: Cortesía | Cristina García Moreno para El Sol de México)
“Se hizo viral cuando publicamos por primera vez las fotografías de los entierros que encontramos. Se trataba de un cementerio prehispánico y había muchos restos humanos que después pudimos fechar entre el año 900 de nuestra era”, introdujo.
Entre las fotos que trascendieron, hubo una particular que sorprendió y se viralizó por la extraña estructura ósea que se visualizó. Sobre esto, la experta detalló: “Le dio la vuelta al mundo porque se trataba de un individuo que tiene una deformación del cráneo muy pronunciada y tendiente como a ser puntiaguda, también el ángulo en que se tomó la foto hizo que se exagerara”.
Este aspecto fue lo que derivó a que cientos de personas aseguren que se trataba de nada más y nada menos que un extraterrestre, información que García Moreno desestimó. “En diversas culturas del Occidente de México era algo común el deformar su cráneo en forma ovalada, como un símbolo de estatus social. No era una costumbre única en esa zona, porque muchas culturas, y grupos humanos, sobre todo del Occidente y Centro de México, lo practicaban. Los mayas, por ejemplo, son conocidos por tener la cabeza alargada”, ejemplificó.
Los investigadores recuperaron 115 cuerpos de mujeres, hombres y niños, en un lapso de cinco años de excavaciones. Todos presentaban deformaciones craneales y tenían los dientes modificados. “Esto también era una costumbre entre varios grupos sociales de la época. Limarse los dientes les daba forma de identificación ante otros grupos sociales”, manifestó.
La imagen que trascendió en las redes sociales (Foto: Cortesía | Cristina García Moreno para El Sol de México)
Entre los datos llamativos que enumeró, dijo que la mayoría de los cuerpos recuperados pertenecían a personas menores de 50 años: “Esa era su expectativa máxima de vida, quienes estaban entre los 20 y 30 ya eran muy adultos”. Asimismo, remarcó que en el cementerio prehistórico también encontraron vasijas, ya que no se usaban ataúdes de madera. “Era una especie de recipiente que se cerraba, algo distinto a la actualidad”, aclaró.
Lo que sí dilucidaron es que los fallecidos adultos eran enterrados con joyas realizadas con materiales rústicos. Sin embargo, los niños tenían piedras verdosas y atractivas, algo que llamó la atención de los investigadores.
“Es algo que en lo que estuve trabajando en los últimos años y ya concluido el proyecto. Aparentemente, los niños tenían muchísima importancia en la sociedad o al menos cuando morían tenían un tratamiento distinto a los adultos y eso nos dice a nosotros que tenían un papel importante”, remarcó.
Algunas de las joyas encontradas en las excavaciones (Foto: Cortesía | Cristina García Moreno para El Sol de México)
Vale destacar que los trabajos de arqueología en la zona concluyeron y hasta el momento los hallazgos no están exhibidos al público. En la actualidad, se encuentran ubicados en el INAH Sonora, con el propósito de continuar con los estudios correspondientes.
La Nación
Foto: Cortesía | Cristina García Moreno para El Sol de México