Los aerosoles producidos por los cigarrillos electrónicos pueden interrumpir temporalmente el funcionamiento cardíaco produciendo alteraciones en el ritmo del corazón en ratones, según revela un estudio en «Nature Communications».

«Nuestros hallazgos demuestran que la exposición a corto plazo a los cigarrillos electrónicos puede desestabilizar el ritmo cardíaco a través de sustancias químicas específicas dentro de los líquidos electrónicos», señala Alex Carll, profesor de la Universidad de Louisville y director del estudio. «Estos hallazgos sugieren que el uso de cigarrillos electrónicos con ciertos sabores o vehículos solventes puede alterar la conducción eléctrica del corazón y provocar arritmias. Estos efectos podrían aumentar el riesgo de fibrilación auricular o ventricular y paro cardíaco repentino».

Los cigarrillos electrónicos liberan nicotina sin quemar tabaco. Como resultado, el aerosol de los cigarrillos electrónicos contiene mucho menos monóxido de carbono, alquitrán y compuestos cancerígenos que el humo del cigarrillo, lo que hace que se piense que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos. Sin embargo, el impacto de los aerosoles de los cigarrillos electrónicos en la función cardíaca y las funciones de algunos de sus componentes siguen sin examinarse relativamente.

Los autores de este trabajo han analizado ratones para estudiar los efectos en tiempo real de los aerosoles de cigarrillos electrónicos en las propiedades eléctricas del corazón.

Los investigadores de la Universidad de Louisville (EE.UU.) realizaron una serie de experimentos en los que expusieron a los ratones a 5 aerosoles de cigarrillos electrónicos diferentes, el humo principal de 2 cigarrillos de referencia distintos y la acroleína (un gas producido por los cigarrillos electrónicos y los cigarrillos) con cada experimento con 6 a 8 ratones.

El objetivo, explica a Science Media Center Regina Dalmau, cardióloga en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, era analizar el efecto de diferentes aerosoles sobre las propiedades electrofisiológicas de la célula miocárdica, corroborando evidencias previas que atribuían a estos aerosoles un potencial efecto sobre la regulación autonómica y evidenciando efectos proarrítmicos con capacidad de inducir arritmias ventriculares, que son potencialmente malignas.

A continuación, los ratones fueron monitorizados durante la exposición por inhalación, después de la exposición, primero entre 4 a 9 minutos después de cada exposición, y posteriormente de 9 a 28 minutos después de la exposición final.

Se descubrió que la inhalación de aerosoles de cigarrillos electrónicos induce arritmias cardíacas, altera la repolarización ventricular y altera la frecuencia cardíaca en ratones, todo a través de la modulación del sistema nervioso autónomo durante la exposición.

Los autores encontraron que varios de los efectos, incluidos los aumentos en la frecuencia cardíaca, permanecieron hasta tarde después de la exposición. Sin embargo, otros permanecieron comparables a los niveles poco después de la exposición.

Este trabajo se suma a una creciente evidencia sobre la toxicidad potencial y los impactos en la salud de los cigarrillos electrónicos.

«Los datos son importantes porque brindan evidencia nueva sobre la relación entre el consumo de cigarrillos electrónicos y su papel en los ritmos cardíacos normales, algo que no sabíamos antes», explica Aruni Bhatnagar. «Esto es muy preocupante dado el rápido crecimiento del uso de cigarrillos electrónicos, particularmente entre los jóvenes».

Los autores sugieren que la naturaleza y la magnitud de estas respuestas pueden depender de las sustancias químicas de los líquidos electrónicos, como la nicotina, los disolventes y los sabores. Se demostró que los líquidos electrónicos con sabor a mentol, por ejemplo, afectan la conducción auricular (la conducción de impulsos eléctricos a través de las aurículas del corazón).

Además, se descubrió que los solventes de los cigarrillos electrónicos alteran el ritmo cardíaco más abiertamente en ratones machos que en hembras, lo que sugiere un papel para el sexo biológico. Sin embargo, solo se utilizaron 4 ratones hembra en estos análisis y los autores señalan la necesidad de precaución al interpretar estos hallazgos.

Los investigadores reconocen que las respuestas observadas en roedores pueden ser distintas a las que se pueden ver en humanos. También señalan que la exposición repetida a los aerosoles de cigarrillos electrónicos puede provocar tolerancia en los humanos, lo que reduce las respuestas cardíacas, especialmente en adultos con antecedentes de tabaquismo.

Ahora bien, concluyen, «los datos que muestran que los ingredientes específicos en los líquidos de los cigarrillos electrónicos promueven las arritmias indican que existe una necesidad urgente de más investigación sobre los efectos cardíacos de estos componentes tanto en animales como en humanos».


ABC
Foto: Defense visual information distribution service