Gonzalo bucea en el Dique Potrerillos, Mendoza, de manera frecuente con sus amigos y allí fue que surgió la idea de realizar cavas subacuáticas cuando en una de esas reuniones les sobraron vinos que decidieron dejar a varios metros de profundidad. A los meses vieron resultados más que interesantes y se los compartió al propietario de Bodegas Mauricio Lorca, donde trabaja.
“Están a presión distinta, temperatura constante, no tienen oxígeno y esto hace que se den condiciones muy apropiadas para lograr un vino que se amalgama y madura de otra forma”, señaló en diálogo con La Vuelta del Perro.
Dijo que hay muchas cavas submarinas en el mundo, en Argentina en Bahía Blanca y Puerto Madryn y explicó cómo nació este concepto de la mano de los barcos piratas.
Señaló que
la diferencia entre las submarinas y subacuáticas, es que estas cavas se realizan con la misma agua que riega los viñedos donde luego nace la uva. “En Bodegas Mauricio Lorca hacemos el círculo º360”, añadió.
Por otra parte, explicó que estos vinos pasan dos años en botella en una bodega convencional y luego van a la cava subacuática en el Dique Potrerillo.
Por último, aclaró que la producción de estas habitaciones acuáticas empleadas para el almacenamiento de vino, no se puede hacer una línea totalmente comercial porque son micro partidas las utilizadas.
Entrevista: Marcelo Arbillga y Mercedes Magnano
Producción: Carolina Chiarotto Magallanes
Operador: Andrés Berretta