Día tras día, son muchas las personas que ponen en juego sus conocimientos para competir en la reñida batalla por la suma que ofrece Los 8 escalones de los dos millones (eltrece). Sin embargo, el programa no solo requiere responder correctamente una serie de preguntas, ni esperar a que los otros contesten mal para sumar chances. Los participantes deben estar dispuestos a presentarse ante el público, a contar sus experiencias y revelar algunos momentos difíciles de sus vidas. Muchas veces, son estos relatos los que dejan con lágrimas en los ojos a más de uno y esto es precisamente lo que ocurrió el lunes, cuando Jeremías emocionó a todos al recordar a su hija que falleció.
Ocho participantes parados uno al lado del otro en busca de un mismo objetivo: avanzar en la competencia y llevarse a casa los millones.
El lunes Guido Kaczka anunció que el juego comenzaba y les preguntó quién se animaba a arrancar con la primera ronda de preguntas. Tímidamente, Jeremías se ofreció como voluntario y sorprendió al tener en su mano un objeto muy preciado que despertó la curiosidad de todos en el estudio.
Actualmente, Jeremías cursa el primer año del colegio secundario junto a su esposa (Foto: Captura de video)
Cada participante tiene su propia cábala a la hora de presentarse en el programa. Si bien algunos las interiorizan un poco más, otros prefieren exponerlas públicamente. “¿Quién comienza, Jeremías? ¿Qué tiene un muñeco, qué es eso?”, quiso saber el conductor, ya que el participante sostenía con firmeza un pequeño objeto de tela. Él explicó que si, y que la dueña era su nieta, Naila.
Una vez aclarada la duda, el conductor lo presentó tanto para los que estaban en el estudio como para quienes lo miraban desde casa: “Jeremías, jubilado, hace tortas dulces y las vende por Facebook. ¿Y cómo se llaman las tortas?”. En tono tranquilo y con un dejo de nerviosismo, el participante reveló el nombre de su emprendimiento: “Cosas ricas para el mate Sofi”.
Esto último volvió a encender la curiosidad y Guido le preguntó quién era la tal Sofi. La respuesta que dio Jeremías generó una gran emoción:“Mi hija fallecida”. Rápidamente, los ojos se le llenaron de lágrimas. “Ay Jeremías, cómo te empecé preguntando eso”, remarcó el conductor al percatarse de lo que sucedía delante de él. Ante esto, decidió acercarse y con una mano en el hombro, como muestra de apoyo, le dijo: “Me dijiste el nombre y me pareció tan lindo...”.
Al notar que Jeremías continuaba afectado, Kaczka hizo un anuncio importante. “Vamos a hacer una cosa, nos vamos a un corte, nos vamos rápido al corte y ahí empezamos a jugar por los dos millones de pesos”. Luego, le dio una copa de agua para que pudiera reponerse y estar listo para responder las preguntas.
Cuando volvieron de la pausa, empezó oficialmente el ciclo y como se ofreció, Jeremías fue quien arrancó a responder. En el habitual intercambio de preguntas que los participantes tienen con el conductor para que el público pueda conocerlos, el hombre dijo que vende tortas dulces en Facebook y en las playas de Mar del Tuyú y Costa Chica. Además, le gusta pescar y actualmente cursa el primer año del colegio secundario. ”Mi compañera es mi señora, va conmigo”, explicó. De esta manera, además detalló que la primaria la terminó en 1989.
En cuanto a que haría si se hacía de los dos millones, señaló que los usaría para tener una casa propia, ya que ahora alquila. Por último, Jeremías remarcó que fue Micaela, su hija de 28 años, quien lo impulsó a inscribirse en el programa. Si bien no pudo llegar a la final, logró avanzar varios escalones a lo largo de la jornada.
La Nación
Foto: Captura de video