Nació en Villa La Bolsa, Valle de Paravachasca, departamento Santa María, sobre la ruta provincial 5, a 40 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Su mentora es Beatríz Graciela Quilaleo, de origen mapuche, asadora y prestadora de servicios gastronómicos en la zona. El dulce sueño de la entusiasta Graciela contado a LV16 es que la marca Ñukequila sea registrada y tenga continuidad a través de sus tres hijos. Así nacieron muchas grandes marcas.
Tras prueba y error, Beatriz logró crear un alfajor con sabor a peperina.
“Hace cinco o seis años que vengo con distintas recetas y no daba con la tecla, con el sabor auténtico a la peperina”, relata y detalla que el producto se logró con la producción lograda tras su incersión en el Proyecto Peperina: “Fui invitada por medio de la comuna a participar del Proyecto Peperina junto a otras familias y dije que si porque a mi me encantan las plantas, y más me gusta el tema de las huertas orgánicas. Tengo acá huerta con hierbas serranas”, dijo sobre su adhesión a este proyecto provincial (Peperina) que se está haciendo junto a la Cooperativa Flor de Laburo, y que en esta primera etapa cuenta con la participación de La Bolsa, La Rancherita y San Isidro del departamento Santa María.
Informe16
Foto: mivalle.com.ar