Varios autos utilizados para transportar ministros y diplomáticos fueron desmontados en un operativo de Inteligencia en busca de elementos colocados por agentes extranjeros. Alarma por el posible espionaje.
Agentes de los servicios de Inteligencia del Reino Unido descubrieron un dispositivo de seguimiento chino en un auto del Gobierno británico al desmontarlo en medio de un operativo organizado tras las crecientes demandas de líderes políticos para que se realice una revisión urgente de la “amenaza sistémica” que supone el espionaje de “Estados hostiles”.
Según fuentes del diario británico The i, fue encontrada al menos una tarjeta SIM capaz de transmitir datos de localización en una inspeccción de vehículos gubernamentales y diplomáticos. Dicho dispositivo estaba colocado en un auto dentro de una pieza sellada importada de un proveedor de China e instalada por el fabricante del vehículo.
Entre las repercusiones por esta revelación, funcionarios chinos rechazaron la denuncia calificándola de “infundada y puros rumores”. Y añadieron: “Nos oponemos firmemente a la manipulación política de la cooperación económica y comercial normal o a cualquier desprestigio de las empresas chinas”.
Un informe señala que expertos en espionaje habían desmontado los vehículos del Gobierno británico utilizados para transportar a ministros y diplomáticos en busca de dispositivos de rastreo escondidos y se habían encontrado tarjetas capaces de rastrear los traslados y enviar datos a proveedores estatales en China.
Un funcionario contó al diario The i que los autos fueron desmontados “quirúrgicamente hasta la última tuerca y tornillo” y se hallaron “cosas bastante inquietantes”. Y explicó la gravedad del hallazgo: “Las SIM de rastreo permiten hacer un seguimiento del gobierno durante meses y años, registrando constantemente los movimientos y creando una imagen completa de la actividad. Puedes hacerlo lenta y metódicamente durante mucho, mucho tiempo. Esa es la vulnerabilidad”.
Este reporte genera serias preocupaciones respecto a la seguridad nacional del Reino Unido, en medio de los temores de que los servicios de inteligencia chinos y rusos hayan tenido en la mira a ministros británicos.
Por otra parte, estos dispositivos de geolocalización pueden colocarse en vehículos sin el conocimiento de los fabricantes tras ocultarse en piezas selladas de proveedores de China. Y las fábricas instalan esas piezas en los autos sin abrirlas debido a diversos acuerdos comerciales y de garantía.
Además, importantes fabricantes de automóviles han firmado acuerdos con empresas chinas acusadas de espiar en Occidente en los últimos años. BMW, Volkswagen, Volvo y Jaguar Land Rover se han asociado con China Unicom para desarrollar la conectividad 5G dentro de los autos para comunicar información en tiempo real con la infraestructura, los vehículos y a los servicios basados en la nube. En 2021, China Unicom fue sancionada por Estados Unidos por motivos “significativos” de seguridad y espionaje.
Prohibidas las cámaras de vigilancia chinas
Otra muestra del aumento de medidas del gobierno del Reino Unido contra China por motivos de seguridad ocurrió en noviembre de 2022, cuando los ministerios británicos recibieron la orden de dejar de instalar cámaras de vigilancia de fabricación china en “lugares sensibles”. Según la organización Big Brother Watch, la mayoría de los organismos públicos británicos utilizaban cámaras de circuito cerrado de televisión fabricadas por Hikvision o Dahua, dos empresas cuyos productos han estado supuestamente implicados en abusos contra los derechos de la minoría uigur de Xinjiang.
El gobierno desaconsejó el uso en Gran Bretaña de “sistemas de vigilancia visual” fabricados por empresas obligadas por la legislación china a compartir información con los servicios de seguridad de Pekín. Y señaló que estas cámaras no debían conectarse a las “redes centrales” de los departamentos gubernamentales, y los ministerios debían plantearse sustituirlas en lugar de esperar a las actualizaciones programadas.
Y en estudio del gobierno concluyó que, “a la luz de la amenaza que se cierne sobre el Reino Unido y de la creciente capacidad y conectividad de estos sistemas, se requieren controles adicionales”, declaró entonces al Parlamento el ministro Oliver Dowden. “Por tanto, se han dado instrucciones a los departamentos para que cesen el despliegue de estos equipos en lugares sensibles, cuando sean producidos por empresas sujetas a la ley de inteligencia nacional de la República Popular China”.