El primer paracaidista adaptado del país es Gabriel Cioccolanti “Choco” de Manfredi, en nuestra provincia de Córdoba. En una práctica tuvo un accidente donde perdió su pierna y después de seis años volvió a saltar lo cual es un notición que Gente Necesaria celebró.

“No hay que bajar los brazos, hay que hacer lo que a uno le gusta”, aseguró.

En el 98 comenzó su curso de paracaidismo en Río Tercero, durante 10 años saltó como un hobbie, hasta que decidió profesionalizarse y entrenar para ser camarógrafo paracaidista, de caída libre. Luego realizó el curso de instructor y otro más que le permitió saltar con pasajeros.

En ese ínterin, en 2013 tuvo un accidente donde sufrió una fuerte caída que le ocasionó fractura de pierna y múltiples complicaciones que lo llevaron a estar un mes en coma. En ese trayecto debieron amputarle una de sus piernas.

“A medida que pasaron los días la situación se complicó porque era todo nuevo. Sin embargo, nunca me abandone ni baje los brazos”, recordó y en este sentido dijo que adaptó su auto de manera casera para tener independencia hasta que recibió la prótesis.

Dijo que si bien él sabía que volvería a saltar no sabía cómo lograría el aterrizaje porque la prótesis que tenía era más básica que la actual.

“Empecé a recolectar información de otros países, me presenté en una junta médica y en el Aeroclub de San Francisco hice la prueba del psicofísico que logré superar para obtener la habilitación”, indicó. Con la pierna hábil levanta la prótesis hacia arriba y aterriza con la cola, estilo “culipatin”.

Sobre cómo manejó el miedo dijo que si bien siempre está esa sensación es parte de la adrenalina y el deporte. “Hay que saber controlarlo. No debe limitar”, aseguró.

A partir de conocerse su caso, se convirtió en fuente de inspiración de muchos que atraviesan su situación y comparten la pasión por el paracaidismo.