A 15 días del primer programa de Periodismo para Todos (PPT) de Jorge Lanata que denunció las presuntas maniobras del empresario santacruceño Lázaro Baez para lavar dinero, tres investigaciones ya se han abierto en Uruguay.

Tras las denuncias presentadas el pasado viernes por los legisladores opositores Graciela Ocaña (Confianza Pública) y Manuel Garrido (UCR) ante la Justicia uruguaya, la jueza Adriana de los Santos y el fiscal Juan Gómez ya comenzaron a trabajar para investigar varias sociedades anónimas con domicilio en Uruguay que serían parte del circuito para lavar dinero.

"Hemos pedido algunas medidas que tienen que ver con el bloqueo de las cuentas de esas sociedades en el sistema financiero uruguayo,", dijo Ocaña, quien también llevó esta semana al caso a tribunales argentinos, al diario El País tras radicar la denuncia.

Por su parte, la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) del Banco Central uruguayo comenzó la pasada semana sus pesquisas, con la asistencia de la organización policial internacional Interpol, para analizar la compra de una estancia en José Ignacio por parte del contador Daniel Pérez Godín, asesor de las empresas de Báez y administrador del lujoso hotel Alto Calafate, propiedad de la presidente Cristina Kirchner.

La chacra de 24 hectáreas fue vendida en 14 millones de dólares cuando su precio real no superaría los US$ 4 M, una operación que la propia Ocana calificó de "típica de lavado de dinero".

En otro frente, la Dirección Nacional de Aduanas uruguaya también abrió una investigación acerca de una serie de vuelos privados realizados desde Argentina hasta Uruguay que se sospecha podrían haber sido la vía de escape de millones de euros de Báez, tal como fue narrado en los informes de PPT.

Según consigna El País, ya declararon el jefe aduanero de una de las zonas del aeropuerto de Carrasco y otras funcionarios de menos rango, a la vez que continuarán las pesquinas en la próxima semana.

De acuerdo a información surgida en los últimos días, una avioneta pertenenciente al empresario santacruceño realizó seis vuelos que pasaron por Uruguay, varios de ellos nocturnos, entre 2011 y 2012.