Los peregrinos fueron despedidos por el obispo Adolfo Uriona.

Los caminantes y sacerdotes, en diálogo con Lv16, coincidieron en que a pesar de los severos inconvenientes por los que atraviesa el país con el aumento de la pobreza, la fe se mantiene intacta y la gente camina desde sus promesas personales, pero también desde la esperanza en general.

"Ahora acompañamos el sufrimiento, la lucha, la falta de trabajo y las situaciones de algunas familias que no llegan a fin de mes", resaltó el Padre Eliseo Reineri. Añadió que "creo que hay mucho que pedirle al Cristo de la Buena Muerte".

Por otro lado, resaltó el trabajo de los seminaristas y la pastoral juvenil quienes se encuentran animando el inicio de la peregrinación.