“Llega el día de jubilarse y te agarran un montón de sentimientos encontrados”, dijo en Gente Necesaria Marcela Cuchietti, al tiempo que narró cómo han sido estos días donde transitó por sensaciones hermosas.

La docente del C. E. Perito Moreno, estuvo casi 30 años dedicada a la educación y a los 57 años se retiró con la sensación de haberlo dejado todo en el trabajo con niños y sus familias en una tarea que no es para nada fácil y requiere mucha vocación.

Nacida en Alcira Gigena cursó sus estudios secundarios en el Instituto presbítero Pedro Caviglia, no siempre quiso ser maestra ya que su sueño era ser Farmacéutica, sin embargo la economía familiar no lo permitió. Por eso se anotó en Elena para estudiar la carrera de Magisterio. Viajaba todos los días en horario nocturno para cursar sus estudios.

“Tengo familias de tres generaciones a las cuales les he dado clases. La satisfacción más grande es enseñar y estar de manera constante con los niños, quienes son la mayor alegría de la vida y nos sorprenden”, sostuvo. Dijo que le enorgullece ver a sus alumnos realizados en una profesión u oficio y que vuelvan a la escuela para contarlo.

Aclaró que es maestra ya que no tuvo la oportunidad de concursar por cargos directivos,en los cuales sin embargo se desempeñó por capacitaciones y antigüedad.

“Cuando se dio el último concurso, la directora fue a la puerta del aula a convocarme para que lo rindiera pero no acepté porque 15 años en gestión me parecía una barbaridad por la responsabilidad que implica”, explicó.

Dijo que ya está buscando nuevas actividades en las cuales ocuparse. “Uno está de paso, nadie es imprescindible, aunque se extrañe la docencia. Hay que agradecer los momentos vividos y los nuevos que se van presentando”, concluyó.