El fuego ha arrasado más de 5,2 millones de hectáreas. Bomberos de otros países continúan sumándose a las tareas.
Los incendios forestales en Canadá continúan batiendo registros. Más de 5,2 millones de hectáreas ya han sido arrasadas por las llamas en el país norteamericano y unas 32.000 personas continúan bajo órdenes de evacuación. Las autoridades federales reportan 460 incendios activos; 235 ardiendo sin control. Este lunes, Bill Blair, ministro federal de Seguridad Pública apuntó: “Por desgracia, ahora podemos hablar de la peor temporada de incendios forestales del siglo XXI en Canadá”. Si las lluvias y el cambio en la dirección de los vientos han mejorado el panorama en Nueva Escocia y algunos puntos de Quebec, y con ello una mejora en la calidad del aire que incluso afectó a zonas de Estados Unidos, el aumento de los termómetros en Alberta y Columbia Británica ha propiciado nuevas brasas.
Justin Trudeau, primer ministro canadiense, estuvo este miércoles en la región quebequesa de Saguenay-Lac-Saint-Jean, donde se reunió con personal militar y civiles que han prestado apoyo a los afectados por el fuego. “Los desafíos han sido muy grandes”, manifestó, “pero los canadienses siempre nos ayudamos en los tiempos difíciles”, agregó. Trudeau hizo hincapié en que su Gobierno prepara nuevos planes de contingencia para el verano, estación donde la presencia del fuego es estadísticamente más frecuente.
Algunos incendios inquietan por su enorme extensión. El de Donnie Creek, ubicado en el noreste de Columbia Británica, supera ya las 466.000 hectáreas; cerca del doble del área que ocupa la zona metropolitana de Vancouver. Las llamas que amenazan Edson (en la zona central de Alberta) han arrasado unas 204.000 hectáreas. Kevin Zahara, alcalde de esta comunidad, declaró el fin de semana: “Este incendio es un monstruo”. En Quebec, el fuego que afecta al territorio de Jamésie (en la región Norte de la provincia), suma más de 133.000 hectáreas. Este incendio amenaza la fábrica de pasta de papel Nordic Kraft, uno de los motores económicos de la zona. Además de la industria forestal, otros sectores en Canadá, como el turismo y la agricultura, están siendo afectados por la ola de incendios.
Unos 5.000 bomberos canadienses combaten las llamas. Cerca de 1.100 miembros de cuerpos extranjeros (Estados Unidos, Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Francia) se han sumado a las tareas. Este martes llegaron a la provincia de Alberta 100 chilenos y 42 costarricenses. En las próximas horas se espera el arribo de 140 portugueses y 97 españoles al aeropuerto Jean Lesage de Quebec. Asimismo, un centenar adicional de bomberos estadounidenses se incorporará a los trabajos de extinción en la provincia francófona.
Investigadores universitarios y expertos del ministerio de Medio Ambiente de Canadá subrayan que el cambio climático ha contribuido en el aumento de la frecuencia y la intensidad de los incendios forestales. Al respecto, Trudeau señaló este miércoles: “Necesitamos estar mejor preparados para los próximos años, para las próximas décadas”. El premier canadiense dijo que es necesario “invertir en infraestructuras, preparación y prevención para minimizar el impacto” de estos fenómenos. La economía canadiense paga ya las consecuencias de la crisis climática. Un estudio publicado en noviembre por el director parlamentario del presupuesto federal indicó que los efectos del cambio climático provocaron en 2021 una disminución del 0,8% del Producto Interno Bruto. Y de acuerdo a sus predicciones, podría alcanzar el 2,4% en 2050.