Boca ya hizo su parte. En cuestión de horas, el Xeneize logró liberar dos cupos de extranjeros por la salida del paraguayo Óscar Romero y el inminente préstamo de Jan Hurtado a Liga de Quito. Solucionado ese inconveniente que tenía a maltraer a la dirigencia, ahora la pelota pasó para el lado de Edinson Cavani. El Matador, que ya le dio el "sí" a la propuesta de Juan Román Riquelme, debe resolver su salida del Valencia primero. Pero en el medio, el cuadro de La Ribera corre una carrera contra el tiempo.
El elenco comandado por Jorge Almirón tiene que presentar la lista de buena fe para la serie contra Nacional de Uruguay por los octavos de final de la Copa Libertadores. En principio, entre salidas y llegadas, la nómina que utilizó Boca en la fase de grupos -en la que finalizó como primero de la Zona F- contendrá varios cambios. No estarán Óscar Romero, Martín Payero (volvió del préstamo a Middlesbrough), Sebastián Villa (apartado luego de ser condenado por violencia de género) y Luis Vázquez (vendido a Anderlecht). A su vez, se agregarán Lucas Blondel, Lucas Janson y Jorman Campuzano, flamantes refuerzos del plantel superior.
El problema es que el Xeneize tiene tiempo hasta el próximo sábado 29 de julio a las 19 horas para inscribir en Conmebol a los jugadores que irán en busca de la clasificación a cuartos. Sin embargo, existe un plazo de gracia hasta el lunes 31 de julio para que los equipos puedan presentar los papeles correspondientes en caso de anotar a un jugador que todavía está en negociaciones, como es el caso del Matador.
Por eso, la idea de la dirigencia comandada por Jorge Amor Ameal es intentar cerrar lo antes posible el arribo del uruguayo para no sufrir contratiempos administrativos y lograr que esté bajo las órdenes del entrenador frente al Bolso.