Ezequiel Wainscheinker tiene 33 años, es de Córdoba capital, hincha de Belgrano y se recibió de Médico en la UNC para luego realizar su residencia en cirugía cardiovascular en el hospital privado en Córdoba.

Hace casi un año, junto a su compañera Paula y un embarazo en curso, decidieron salirse del molde, despojarse de todas sus pertenencias y comenzar de cero en otro país. Por esto, en diálogo con Gente Necesaria le consultamos a Ezequiel cuales son los primeros desafíos que aparecen en Canadá para un cordobés. 

El idioma fue el que primero mencionó ya que en la ciudad donde están radicados, Quebec, se habla 100% francés. Allí el joven realiza su fellowship, una formación luego de la residencia que dura entre 2 y 3 años. A esto se le suma el desafío del trabajo.
 
Describió a la sociedad como muy estructurada y dijo que la idiosincrasia del canadiense es atenerse a las reglas. “Entienden que por algo las cosas se previenen de una determinada manera. No hay espontaneidad”, añadió. Como ejemplo citó que cuatro meses antes las personas son notificadas de una reunión de trabajo.  

Respecto a la vida social, dijo que la gente está muy dedicada al trabajo y a su casa, donde no hay mucha vida social y la familia es lo principal. En este sentido, Ezequiel arranca a las 7 am a trabajar en el Hospital y sostiene con la familia un ritmo argentinizado, con sus propios horarios. En tanto, los canadienses cenan entre las 5 y 6 de la tarde.  

Por otra parte, destacó el alto nivel de desarrollo científico de Canadá con un importante soporte económico. “La salud en Argentina está más dedicada a lo asistencial que a la investigación o ciencia”, manifestó.

En Canadá, un cirujano cardíaco puede cobrar al año alrededor de 600.000 dólares. Sin embargo Ezequiel, aclaró que él no cobra fortuna porque percibe una beca con un salario mínimo que les permite pagar el alquiler, los servicios, los alimentos y la vestimenta.

Por último, habló del destino de la familia y que imagine con su compañera para su bebé Ciro. “Hasta que uno no está lejos y pone las cosas en la balanza, no conoce la dificultad de la decisión. No sabemos qué haremos cuando termine la formación y si bien nos gustaría volver a Córdoba desconocemos qué pasará en el país. Todos los días pensamos en esa respuesta”, concluyó.