Nazareno Ezequiel Moreyra de 25 años, lleva la batalla en la sangre, ya que su padre participó y sobrevivió a la Guerra de Malvinas. Siendo las 20:42 hs en Ucrania y las 14:40 hs en Argentina, Gente Necesaria se contactó con este chaqueño criado en Santa Fe que se anotó en las filas ucranianas en su enfrentamiento bélico contra Rusia.

Sostuvo que no se equivocó en ir a la guerra y combatir para Ucrania ya que es un país que quiere independizarse de la Unión Soviética, “dejar esa triste forma de vida” y liberarse de la imposición rusa en cuanto a la religión, ideología y economía.

“Me quise probar a mi mismo como soldado, evaluar mi fortaleza mental y saber hasta dónde podía llegar”, indicó. Desde 2019 a 2022 fue soldado argentino y no tenía experiencia de combate.
 
¿Cómo una persona se puede sentir tan atraída de participar de una guerra? ¿Qué pasa en su corazón?

“La gente piensa que uno está loco por ir a la guerra, pero uno es solidario y quiere ayudar a que el mundo sea un poco mejor”, manifestó.

Dijo que el motivo principal por el que se anotó en esta misión internacional fue destruir una potencia maligna, capaz de hacer cualquier cosa y bombardear a pueblos enteros incluso a los que no son estratégicos donde mueren familias enteras.
Respecto a la reacción de sus familiares por la decisión tomada, dijo que entendieron que es la vida que eligió. “Soy firme en mis ideales y no me voy a fallar a mi mismo”, señaló.

¿Cómo se convive diariamente con la muerte?

“Convivo diariamente con la muerte y un campo de batalla donde se siente un escalofrío que te corre por la espalda mientras uno ve y escucha lo que pasa en estas tierras”, indicó.

Definió al ambiente de guerra como un infierno con algunos momentos de paz, menos tensión y donde se ven cosas horribles. El humo, el ambiente pesado, el olor, bombas que explotan cerca y compañeros desaparecidos, fueron algunos de los elementos que mencionó de este cruel escenario.

“Mi papá fue combatiente de Malvinas y me decía que no sabía cómo explicarme lo que allí se sentía. Ahora lo entiendo”, indicó. En este marco, señaló que su primer encuentro con la guerra fue una misión de evacuación.

Dijo que con el pasar de los días fue adquiriendo más tranquilidad a partir de sus conocimientos previos en el Ejército Argentino, lo aprendido en Ucrania y los resultados que fue obteniendo en combate.

Entre sus compañeros de múltiples países, hay otros dos argentinos en el batallón que integra. Se refirió al difícil momento que atravesó cuando su amigo brasilero Antonio falleció. 

Mencionó cuales fueron las misiones y combates más difíciles que enfrentó hasta el momento. “Era moverme con el corazón y luchar a pesar de estar exhausto y muy cansado. Vos queres vivir y haces lo que sea por vos y tus compañeros”, sostuvo.

Con esta convicción fue que Nazareno, regresó en un combate para rescatar a un compañero herido motivo por el cual fue condecorado en suelo extranjero. “Nuestros superiores nos decían que volver atrás en una situación así, es morir”, recordó.

¿Qué pensas sobre el futuro, el después de la guerra?

Dijo que en la guerra aprendió a disfrutar los momentos, las personas queridas, no enojarse por pequeñeces y vivir cada momento como si fuera el último. “Pienso que me esperan muchas cosas más, que en la guerra todo puede pasar y que lo importante es disfrutar de los buenos momentos con los amigos, compañeros y la familia”, dijo.

Aclaró que no están ahí por gusto, sino para combatir el mal y luchar por un país que quiere ser libre.

“Prefiero vivir luchando por la libertad, en lugar de quedarme con brazos cruzados viendo cómo el mundo se pudre”, sostuvo por último Nazareno quien está bajo fuego, esperando al próximo combate.