Este 2 de octubre arranca el juicio que buscará determinar la responsabilidad de Pablo Torres Lacal, quien el 31 de marzo de 2016 manejaba una lancha sin luces en la noche del Delta del Tigre y embistió, de frente, la embarcación en la que viajaban Manuel Storani junto a su mamá, Ángeles Bruzzone, que también falleció. Por el choque hubo tres muertos, incluido un amigo del imputado.

Mabel Sánchez habló con Federico Storani en este momento tan esperado. "Estoy como puedo", confesó el histórico dirigente radical y explicó que "eso significa, por un lado, con mucha expectativa, con una carga de angustia por tanta espera y también con esperanza de que finalmente se alcance esto que llamamos ‘justicia’ aún dentro del estado de Derecho en un país que tiene tantas fallas en materia de justicia".

Como abogado también reflexionó sobre lo que él entiende por el concepto de justicia. "En el plano estrictamente jurídico yo me aferro a una definición que es antiquísima porque es de un jurisconsulto romano, pero para mí es absolutamente apropiada: Justicia es dar a cada uno lo suyo. Eso me lleva a pensar ¿qué es lo que yo he tenido en este tiempo? Y he tenido mucho sufrimiento, mucha angustia, mucho dolor, enfermedades causadas por un hecho tan tremendo como es la pérdida de un hijo, pero también te aseguro que no me anima un sentimiento de revancha, de venganza. No. Lo que se merece realmente en el marco de la ley, del estado de Derecho", comentó Storani.

Por otra parte, dijo que "en lo personal, mi hija mayor utilizó una metáfora que yo adopté. Ella se quedó mucho con la imagen de Manuel hundido en aguas oscuras, y ahora teníamos la oportunidad de verlo emerger hacia la claridad, de ver cierta luz".

Finalmente, con emoción describió a su hijo Manu como "la síntesis personificada de la vida, de la vitalidad, era lo opuesto a la posibilidad de la muerte".