El 11 de octubre de 1920 el padre de Antonio “Tono” Sarquis llegó junto a su abuelo, a Zapala, una ciudad que por esos tiempos ya era el centro económico de la provincia de Neuquén.

Todo sucedió cuando, hace 103 años, la familia oriunda de El Líbano llegó al país a bordo de un tren, en búsqueda de cumplir nuevos sueños. El abuelo de “Tono” falleció muy joven y su hijo volvió a su tierra natal en búsqueda de su mamá con la esperanza de regresar en algún momento a El Líbano.

Sin embargo, allí con 44 años de edad conoció a quien sería su esposa, una joven de 19 años con quien decidió regresar a Argentina y conformar una familia en nuestro país.  Se conocieron un 5 de mayo en el Líbano y se casaron un 5 de junio.

Producto de ese amor nació Antonio Sarquis de 73 años con quien dialogó Gente Necesaria.
 
En el Líbano, la familia tenía una linda casa y aquí en Neuquén comenzaron a emprender en un pequeño lugar construido con paredes de adobe, piso de tierra y techo de chapa. Este almacén de ramos generales tenía de todo, desde una aspirina hasta instrumentos musicales.

“Nos sentimos muy orgullosos de pertenecer a este pueblo que nos acobijo de una manera amorosa. Gracias a la gente tenemos recuerdos muy lindos del negocio y las lindas historias que allí ocurrieron”, manifestó.

Definió a su mamá como una mujer “lujosa cocinando”, sin importar la cultura a la que perteneciera el menú. “No probaba la comida y cocinaba muy bien. Además era una persona muy dulce”, manifestó.

En tanto, definió a su papá como un hombre de carácter duro, una persona que infundía respeto, en el que la gente destacaba la coordialidad de su atención como así también la elegancia con la que llegaba al almacén, siempre de traje y corbata. Además lo definió como un gran lector.

Sobre la relación con él, dijo que era un hombre difícil donde había una jerarquía que se debía respetar. Lo definió como super estricto. En tanto, “Tono” hace 47 años que está junto a su señora con quien tuvo dos hijas.

Un almacén de ramos generales que marcó la historia de Zapala

El negocio estuvo 75 años abierto, tenía de todo, desde una aspirina hasta instrumentos musicales por lo que la atención era de 24 horas.

Su almacén se transformó en un símbolo del lugar y los vecinos de todas las generaciones se lo trasmiten a Antonio cuando se lo cruzan por las calles de la localidad. “Me frenan y narran anécdotas vinculadas al comercio como así también recuerdos de mi participación en múltiples asociaciones. Uno disfruta de los amigos cosechados en el camino”, indicó.

Hoy Antonio “Tono” Sarquis es parte de la comisión que conduce la Sociedad Siria Libanesa de Zapala, con quienes sostiene que conformó una gran familia.