En el gabinete de Guerra de Netanyahu aseguran que la ofensiva es “inminente” y que el esfuerzo militar incluye apoyo naval desde el Mediterráneo, incursiones áreas y la inteligencia de los EEUU.
Miles de soldados desplegados frente a Gaza aguardan la orden del premier Benjamin Netanyahu para cruzar la frontera e iniciar una guerra decisiva contra Hamas, la organización terrorista que atacó Israel hace 13 días y mató, violó, torturó y secuestró a un número aún indeterminado de judíos.
La ofensiva es “inminente” y su ejecución depende de la evacuación de civiles palestinos que todavía se están moviendo desde el sur al norte de la Franja bajo la coordinación de las Naciones Unidas.
Cuando el Gabinete de Guerra israelí considere que los refugiados ya están afuera del principal escenario de batalla -Hamas los usa como escudo humano-, el combate en la Franja habrá iniciado con una carga de infantería, cientos de misiles cruzando el cielo azul del desierto y el ruido atronador de las sirenas en Tel Aviv.
El plan de batalla de Israel consiste en aniquilar a Hamas, que tiene su cuartel general en la capital de Gaza, ubicada al norte de la Franja. En este contexto, el Gabinete de Guerra ha concentrado los tanques, los vehículos blindados y muchísima tropa cerca del cruce de Erez, que es el único paso terrestre oficial que une Israel con el norte de Gaza. Allí empezaría el desembarco y la batalla contra la organización terrorista financiada y entrenada por Irán.
Camiones con tropas israelíes que se mueven desde Tel Aviv al norte de la frontera con Gaza antes de la guerra con Hamas
El gabinete de Guerra conoce la táctica de resistencia territorial que Hamas tratará de imponer en la Franja. Esta organización terrorista montó una ciudadela de defensa subterránea con cientos de kilómetros de túneles que conectan arsenales, bunkers, centros de inteligencia, lugares de detención -donde están los judíos secuestrados- y vías de escape que conectan el norte con el sur de Gaza.
A su vez, Hamas recibió de Irán y Siria cientos de misiles, drones asesinos, trampas caza bobos, y vehículos blindados que se adaptan al combate urbano. El comando terrorista propondrá una estrategia de guerra de guerrillas montada en las calles estrechas de la capital de Gaza, con francotiradores en las ventanas y fedayines suicidas que ya han sido adoctrinados por expertos militares de Hezbollah.
El foco principal de la guerra será en el norte de la Franja, pero el gobierno israelí asume que puede haber actos terroristas en Tel Aviv y Jerusalén, decenas de misiles lanzados por Hezbollah desde el sur del Líbano y cientos de cohetes que Hamas disparará desde Gaza.
Será un combate con dos frentes fijos -la Franja y el Líbano- y distintos escenarios de batalla a medida que las acciones bélicas
La Cúpula de Hierro es un mecanismo de defensa clave de Israel frente a los misiles que lanza Hamas desde el sur de Gaza
Ante los misiles que lanzará Hamas desde Gaza, el gabinete militar de Israel concentrará los dispositivos de la Cúpula de Hierro -10, en principio- en las afueras de Tel Aviv y cerca de Jerusalén. Mientras que respecto a la ofensiva de Hezbollah y sus miles de cohetes suministrados por Irán y Siria, la táctica de defensa israelí consistirá en replicar las andanadas que cruzan la frontera con el Líbano y evacuar a todos los pueblos -25 en total- que se alinean en el borde norte del país.
Con todo, el frente norte tiene un complicación extra: Irán. El régimen fundamentalista tiene mucho poder militar y fuerte influencia geopolítica, dos circunstancias que pueden convertir la guerra de Gaza en un conflicto total en Medio Oriente.
Joe Biden desplegó dos portaviones de última generación en el Mar Mediterráneo para disuadir a Irán si el conflicto escala más allá de los previsible, pero la lógica bélica de los Ayatollahs es un acertijo que sólo se puede leer en farsí.
El gabinete de Guerra también prevé actos terroristas cometidos por lobos solitarios en las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén. Esa operaciones individuales causan muertes de civiles y crean un clima de inestabilidad psicológica en la opinión pública que rompe el tejido social y retrotrae las actividades cotidianas en las principales ciudades de Israel.
Desde esta perspectiva, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tiene previsto desplegar un sistema de controles de paso (checkpoint) a lo largo de las principales avenidas y calles de Tel Aviv, Jerusalén y el sur del país, adonde Hamas atacó los kibutz y causó una tragedia inédita en la historia de violencia de Medio Oriente.
La guerra en Gaza es inminente. Las tropas ya se preparan para el primer asalto a la Franja, mientras se termina de evacuar el norte de Israel y se ajustan los dispositivos de control en las ciudades más importantes del país. Trescientos mil soldados aguardan la orden de batalla: depende de Netanyahu y una última llamada a Biden, que juega con blancas.