DEIR AL BALAH, Franja de Gaza (AP). Aviones de combate israelíes realizaron ataques aéreos la madrugada del domingo cerca del hospital más grande de Gaza, que estaba lleno de pacientes y de decenas de miles de palestinos que buscaban refugio, según residentes. Israel dijo que los gobernantes de Hamás, la milicia que gobierna Gaza, tienen un puesto de mando bajo el hospital, sin dar muchas pruebas.
Los ataques aéreos llegaban al día siguiente de que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunciara una “segunda fase” de la guerra de Israel con Hamás, tres semanas después de que Hamás hiciera una brutal incursión en Israel el 7 de octubre.
Tanques e infantería entraron en Gaza durante el fin de semana en lo que las autoridades describieron como una ofensiva terrestre ampliada mientras Israel golpeaba el territorio por tierra, mar y aire.
Los vecinos dijeron que los nuevos ataques aéreos destruyeron la mayoría de carreteras que llevan al hospital de Shifa, en la Franja de Gaza, en la mitad norte del sitiado territorio y que Israel ha ordenado evacuar. Israel afirma que la mayoría de la población ha huido al sur, pero aún quedan cientos de miles de personas, en parte porque Israel también ha bombardeado objetivos en las llamadas zonas seguras. Decenas de miles de personas se cobijan en Shifa, que también está lleno de pacientes heridos en los ataques.
"Llegar al hospital se ha vuelto cada vez más difícil”, dijo por teléfono el domingo Mahmoud al-Sawah, que se cobijaba en el hospital. “Parece que quieren aislar la zona”. Otro vecino de Gaza, Abdallah Sayed, describió los ataques aéreos y terrestres israelíes en los últimos dos días como “los más violentos e intensos” desde que comenzó la guerra.
El ejército israelí no hizo comentarios en un primer momento cuando se le preguntó por los reportes de ataques cerca de Shifa.
El ejército presentó hace poco imágenes generadas por computadora de lo que describió como instalaciones de Hamás dentro y en torno al hospital, así como interrogatorios de combatientes capturados de Hamás que podrían haber hablado bajo presión. Israel ha hecho afirmaciones similares antes, pero no las ha demostrado.
Se sabe poco sobre la red de túneles y otra infraestructura de Hamas, y no era posible verificar esas afirmaciones de forma independiente. El gobierno de Hamás tachó las acusaciones de “mentiras” y dijo que eran “un preludio a atacar esta instalación.
El ejército difundió imágenes granuladas de columnas de tanques que avanzaban lentamente por zonas abiertas en Gaza, muchas de ellas aparentemente cerca de la frontera, y apuntó que su aviación alcanzó docenas de túneles y búnkeres subterráneos de Hamás.
La escalada aumentaba la presión interna sobre el gobierno de Israel de que consiguiera la liberación de los aproximadamente 230 rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre, cuando combatientes de Hamás salieron de Gaza, sobrepasaron las defensas israelíes y asaltaron poblaciones cercanas, donde mataron a civiles y soldados en un ataque por sorpresa.
Familiares desesperados se reunieron con Netanyahu el sábado y expresaron su apoyo a un intercambio por prisioneros palestinos retenidos en Israel.
El máximo dirigente de Hamás en Gaza, Yehia Sinwar, dijo que los grupos armados palestinos “están listos de inmediato” para liberar a todos los rehenes si Israel libera a todos los miles de palestinos detenidos en prisiones israelíes. El contralmirante Daniel Hagari, vocero del ejército israelí, rechazó la oferta como “terror psicológico”.
En su conferencia de prensa televisada, Netanyahu dijo que el país está decidido a recuperar a todos los cautivos y que la operación por tierra “nos ayudará en esta misión”.
El mandatario también reconoció que la “debacle” del 7 de octubre, en la que murieron más de 1.400 personas, requeriría una investigación a fondo y que “todo el mundo tendrá que responder preguntas, incluido yo”.
El ejército israelí dijo que ampliaba de forma gradual sus operaciones terrestres en Gaza, aunque no llegó a llamarlo invasión. Se esperaba que las bajas en ambos bandos subieran de forma drástica en combates en zonas residenciales densamente pobladas.
La cifra de muertos palestinos en Gaza subió el sábado a algo más de 7.700 personas desde que empezó la guerra, con 377 muertes desde el viernes por la noche, según el Ministerio de Salud de Gaza. La mayoría de los muertos eran mujeres y niños, añadió el ministerio.
El vocero del Ministerio Ashraf al Qidra dijo a la prensa que el corte de comunicaciones había “paralizado totalmente” la red de salud. Los vecinos no tenían forma de pedir ambulancias y los equipos de emergencia trabajaban siguiendo el sonido de las rondas de artillería y los bombardeos.
Se estima que unas 1.700 personas siguen atrapadas bajo los escombros, según el Ministerio de Salud, que dice basar sus estimaciones en las llamadas de auxilio recibidas.
La Voz