En enero de 2022, Ellie Riccio, una adolescente británica de 14 años, empezó a tener algunas dificultades que, en un principio, no parecían graves: arrastraba las palabras al hablar y se caía constantemente sin motivo alguno.
La preocupación no llegó hasta que un día se desmayó repentinamente en el medio de una clase de teatro en el Ash Manor School en Surrey, una ciudad al sudeste de Inglaterra.
Inmediatamente, Kim, su madre de 45 años, la llevó de urgencia al hospital en donde los resultados de los estudios que le hicieron, demostraron que tenía una masa en su cerebro. Luego de varios análisis más, los médicos dieron con el extraño diagnóstico: Ellie tenía un inusual tumor en el tronco del encéfalo llamado glioma pontino intrínseco difuso.
En diálogo con el medio The Sun, la mamá de la joven aseguró que dicha noticia no fue lo peor sino enterarse de que se trataba de una condición mortal, es decir que no tenía cura y el pronóstico no era prometedor. Incluso, Riccio fue una de los 30 jóvenes en Gran Bretaña en ser diagnosticada con la enfermedad.
Ellie fue una de los 30 chicos diagnosticados con la extraña enfermedad en toda Gran Bretaña.
A pesar de que a la familia se le dijo que le quedaban 10 meses de vida aproximadamente, Ellie solo vivió seis más. “Celebramos el Año Nuevo en Londres y vimos los fuegos artificiales desde el último piso del hospital. Observé la alegría en su rostro mientras contemplaba el espectáculo en el cielo por primera vez. Fue agridulce porque sabía que sería la última vez”, recordó Kim.
Antes de morir, el tratamiento de la adolescente fue complejo y llegó a deteriorarla notablemente, lo cual la llevó a perder la movilidad, el habla y la posibilidad de manejarse por sus propios medios. Sin embargo, la madre aseguró que su hija se mantuvo en “tranquilidad, consideración y amabilidad” en todo momento.
Ahora, más de un año después de la muerte de Riccio, Kim está recaudando fondos para donar al Brain Tumor Research, una organización sin fines de lucro británica que se dedica a investigar tumores cerebrales y sus respectivas curas.
“Estoy haciendo este desafío por ella, para mantener vivo su espíritu con la esperanza de que otras familias no tengan que experimentar la angustia que yo tengo”, concluyó.
TN