Martín Llaryora juró este domingo como gobernador de Córdoba y ayer estuvo en Río Cuarto para completar la jura de ministros. Además, en línea con lo que expresó el día de asunción, realizó anuncios para la provincia y para la ciudad en particular.

Desde la oposición ya salieron a cruzar al nuevo jefe provincial y a manifestar "cierta preocupación por la idea del 'partido cordobés'", una expresión que empieza a constituirse en una marca de la narrativa llaryorista.

La flamante legisladora radical, Brenda Austin, afirmó en La Vuelta del Perro que eso del partido cordobés "por ahí suena bien a los oídos de los vecinos, pero en realidad expresa una visión hegemónica donde hay poca voluntad, poca vocación de ponerse de acuerdo con quienes piensan distinto".

Además, insistió en que "esa visión hegemónica se expresa en esta decisión de salir a comprar dirigentes de otros partidos en lugar de asentarse en el ámbito donde se tienen que producir esos acuerdos políticos que es en la Legislatura".

Austin también apuntó a Llaryora con un ejemplo: el Tribunal de Cuentas. "Como han perdido el control de este organismo, a instancias del nuevo gobierno, mandaron una ley antes de que asumiera la nueva Legislatura para quitarle todas las facultades de control a este tribunal", señaló.

Por otro lado, mencionó un dato que le pareció "llamativo". La legisladora opinó que el gobernador "siguió mirando el escenario nacional. Hay quienes dicen que ya se quiere probar el traje de candidato presidencial y las urgencias que tiene Córdoba son muchas".

En síntesis, Austin declaró que no le gustó el discurso y que ahora, en la Legislatura, están esperando el envío de los distintos proyectos, entre ellos el de la creación de policías municipales.

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