El legislador de la Coalición Cívica ARI, Gregorio Hernández Maqueda presento un proyecto de ley presentado donde plantea la reconversión gradual de los cuida coches callejeros, conocidos como “naranjitas”, mediante “la oferta gratuita de cursos y capacitaciones en oficios”, a la vez que plantea la necesidad de erradicar el cobro extorsivo mediante “convenios que legalicen el servicio” en los lugares que los gobiernos municipales designen oportuno.

La presentación se fundamenta en que “los cordobeses pagan doble imposición por algo que el Estado y sus fuerzas de seguridad le deberían garantizar a todos los cordobeses, que es el resguardo a la propiedad, como lo puede ser un vehículo en la vía pública”, estimó el autor del presente proyecto.

Para conocer más sobre la iniciativa, Maqueda dijo en DE UNA  que la situación con estas personas en la provincia y en los municipios "llegó a un límite", dado que tienen rienda suelta para que se "pongan y cobren donde quieran, los montos y  las formas que elijan", explicó. 

Además también se han disparado exponencialmente "casos de abusos, actos delictivos, de violencia y de comisión" y si bien no pudieron acceder de manera oficial a las estadísticas, "basta con observar la realidad y reunirse con la gente" para dar cuenta de la cantidad de personas golpeadas y maltratadas que les destruyeron el auto por no darle la plata "que exigen muchos naranjitas". 

Dado el contexto detallado, el legislador comentó en DE UNA que empezaron a ocuparse del tema por la realidad social que evidenciaban. “No se puede simplemente prohibir las expresiones de la pobreza estructural que tiene el país desde hace décadas, sin ofrecerles a estas personas que mal o bien viven de los pocos ingresos que generan al pedir plata a cambio de estacionar en la vía pública", indicó. 

Es así que, proponen  “ofrecer cursos de capacitación que hacen tanta falta" y prohibir la actividad que los naranjitas realizan, pero no de manera inmediata sino que se establezca un plazo para aquellas personas que se dedicaron a esto durante los últimos años y no tienen otro medio de ingreso, "puedan lograr un trabajo que lo saque de estar en la calle, en la marginalidad y expuestos a situaciones de violencia permanente”. 

Finalmente apuntó que esta situación "se tiene que terminar"  porque no hay nada menos progresista que privatizar lo público, "las calles solo las pueden organizar el gobierno, no las personas particulares". 

DE UNA