La especialista Gabriela Macora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) brindó detalles de climáticos respecto del momento que vive Córdoba. “Es una de las zonas calientes”, dijo y agregó que vivimos “tormentas severas, con vientos fuertes, actividad eléctrica y caída de granizo”.
“Este año venimos bajo la influencia de El Niño y también otros indicadores de escala menor, por lo que se refuerza el efecto de las tormentas más severas y con mayor frecuencia. Eso fue lo que estuvo pasando en los últimos meses”, explicó.
“En Córdoba, a lo largo del verano, es probable que continuemos así con algunas tormentas severas, pero ya para lo que es el otoño comienza a disminuir la chance de ocurrencia de El Niño”, adelantó la profesional.
¿Cómo afectan las actividades humanas en los efectos climáticos?
Todos sabemos que lo que es el cambio de uso de suelo, lo que es el cambio desde áreas naturales con vegetación nativa, que uno quizás transforma eso en lugares para cultivar o lugares para tener ganado, eso por supuesto impacta en la biodiversidad y genera cambios en el clima. Entonces, si bien somos conscientes que necesitamos producir más, el mundo nos requiere de una mayor producción, tenemos que asesorarnos bien y tenemos que tener las herramientas correctas para lastimar lo menos posible al ecosistema, para que el suelo continúe siendo productivo y no se agoten los recursos.
Las buenas prácticas agropecuarias…
Exacto, estar bien informado, estar bien asesorado. Se cuenta hoy en día con un montón de herramientas para el manejo de los cultivos y sería de gran importancia que eso se aproveche.
¿Cómo será el otoño que viene?
Si bien tenemos una alta chance de que las condiciones Niño perduren por todo el resto del verano, ya en lo que es el comienzo del otoño, y más te diría las proyecciones hacia abril, para adelante, dan altas chances de que entremos en una neutralidad en cuanto a este índice. Per eso ya es hacer mucho futurismo, hay chances también de ocurrencia de La Niña. No hay que asustarse, hay que ser inteligente y buscar recursos para poder aprovechar la cantidad de agua que tenemos disponible. Lo cierto es que para el otoño estaríamos entrando, según los pronósticos, en una neutralidad.