«Hubo un foco muy importante en la zona de Matarás (Mataraes), esto es centro de la provincia de Santiago del Estero. Es una zona donde siempre han pasado mangas (de langostas), ha habido ovoposiciones, o sea, posturas de huevitos de la langosta», señalo Juan Pablo Karnatz de CRA respecto de la situación de la plaga en la región.

Además recordó que «una langosta puede tener hasta 100 huevos, con lo cual la multiplicación es geométrica».

El profesional además explicó que la situación respecto de esta plata venía muy quieta, «estaba todo tranquilo y de repente apareció que habían puesto huevos en esa zona, en el campo de un productor o de varios productores de esa zona, y a partir de ahí nacieron Shistocerca Cancellata, que es la especie que nos preocupa».

Los daños

«Obviamente hizo daño en maíz, pasturas y en diversos cultivos. Se hizo una aplicación con avión, que no fue demasiado efectiva, y después se empezó a fumigar en un trabajo conjunto entre Senasa y los productores con turbos soplantes, algunas de arrastre y otras que van en la caja. Y a partir de ahí creo que se controló el foco, eso es lo que tenemos hasta ahora».

Karnatz puntualizó que se trata de «una aparición en un momento de sequía raro. Tenemos alertas si se ha visto langosta en otros lugares de la provincia de Santiago del Estero y en algunas otras provincias del norte del país. Alertas hay, hasta ahora no hay nada grande como mangas como hemos tenido, pero también lo que nos preocupa ahora es que ha habido una aparición en Bolivia, confirmada por el Senasac, que es el servicio de ese país y está confirmado por colegas nuestros de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur, la FARM. Es preocupante porque es mucha la cantidad de la que se habla».
    
«Estamos en permanente contacto para ver qué es lo que pasa. Hay que recordar que si se forman mangas grandes, si nos acompaña el viento, pueden recorrer hasta 100 kilómetros por día, o sea que nadie está exento. Todos sabemos que alguna vez llegó a Córdoba, alguna vez llegó a Entre Ríos, y casi llegó a Uruguay también. Estas mangas eran mangas que venían de Paraguay. Estamos en un estado de alerta, pedimos a los langosteros privados, referentes, estén atentos y en contacto para ver si es que esto se complica más, sobre todo si se forman mangas».

Explicó que en Matarás se logró que solamente una parte se hicieran voladoras y así se las pudo combatir. «Lo importante es que no llegaran a voladoras, por eso es importante que tanto los productores como la población en general, si ve algo raro, comunique al SENASA de esa situación», pidió el profesional.