El Departamento de Desarrollo Rural y Ambiente de Colonia Caroya espera la resolución de la causa judicial que lleva adelante la Fiscalía de Instrucción y Familia de Jesús María, relacionada con la muerte de un mono carayá, aparentemente, como consecuencia de un disparo efectuado por un policía de la comisaría de esa localidad del departamento Colón.

El hecho ocurrió el 22 de noviembre último. “Necesitamos ese dictamen para cerrar el expediente que abrimos oportunamente y conocer en qué circunstancias murió el primate”, dijo el titular de Desarrollo Rural y Ambiente, Eduardo Angulo.

El desenlace cruento del episodio –que alteró aquel día la parsimonia pueblerina habitual– empezó a trascender esta semana a través de las redes sociales.

“Ese viernes, nos enteramos por Radio Jesús María que la aparición de un mono cerca del cruce de las calles 124 y 56 (en la zona rural, a unos mil metros de la tradicional avenida San Martín) estaba provocando un alboroto entre los vecinos del lugar”, relató Angulo.

“Cuando nos constituimos en el lugar, ya estaba ahí personal policial”, agregó.

El mono “aullador” estaba trepado en una morera y emitía chillidos estremecedores. “Al rato comenzó a concentrarse mucha gente e intentamos subir en la grúa de alumbrado público para rescatarlo, pero no hubo caso; el mono se alteraba muchísimo, se escapaba por las ramas y se ponía muy agresivo”, relató el funcionario.

Angulo dijo que se dio aviso a la Secretaría de Ambiente de la Provincia y a la Patrulla Ambiental de la Policía.

Trágico desenlace

Alrededor de las 13 se resolvió desconcentrar a los curiosos y que Verónica Brussa, quien dijo poseer la tenencia del animal, se quedara en el lugar con algunos policías a la espera de que el carayá se calmara y descendiera solo del árbol. “Esto sucedió alrededor de las 14, pero cuando la dueña y su marido intentaron agarrarlo para llevarlo a su chacra (a unos cuatro kilómetros del lugar donde apareció), comenzó a agredirlos peligrosamente”, confió a este medio una fuente policial.

Fue cuando un agente le habría disparado con su arma reglamentaria, provocándole la muerte.

Según trascendió, la “mascota” se habría escapado el 18 de noviembre de la casa donde vivía desde hace unos seis años.

Normativa

Cabe recordar que el decreto 1751/11 del Poder Ejecutivo Provincial –reglamentario de la Ley de Preservación, Conservación, Defensa y Mejoramiento del Ambiente– prohíbe “la 
introducción, transporte, 
comercio, posesión y tenencia de fauna silvestre en el territorio provincial (...) cuando se trate de ejemplares de las especies que afecten o puedan afectar la salud humana y el ambiente”. Es el caso de los monos 
carayá.

Redacción Lavoz.com.ar