Se trata de un nuevo giro de tuerca que Musk adelantó la semana pasada, con una publicación en la que dijo que las cuentas con más de 2.500 “seguidores suscriptores verificados”.
Nueva York (EFE).- La red social X empezó a restablecer gratuitamente las insignias azules (‘blue check’) que verifican las cuentas más influyentes, una función que había estado reservada a los suscriptores de pago desde que el multimillonario Elon Musk compró la empresa hace año y medio.
Se trata de un nuevo giro de tuerca que Musk adelantó la semana pasada, con una publicación en la que dijo que las cuentas con más de 2.500 “seguidores suscriptores verificados” -un concepto que no aclaró y que generó confusión, según los comentarios- obtendrían gratis los servicios de pago de X.
Musk compró la empresa (antes llamada Twitter) en octubre de 2022 y poco después introdujo uno de sus cambios más polémicos: Twitter Blue, o X Premium, un modelo de suscripción que permitía a cualquiera pagar por la insignia de verificación azul antes vinculada a la fiabilidad y el interés público.
La insignia azul en X no es un asunto menor
Ese intento de monetizar la red social se volvió contra Musk, ya que muchos usuarios que tenían la insignia, entre ellos medios de comunicación y celebridades, aseguraron que no estaban dispuestos a pagar, y hoy al ver sus cuentas adornadas con ese símbolo aprovecharon para quejarse y bromear.
“¿Qué es esta insignia azul aleatoria que no he pedido ni he pagado?”, escribía la abogada televisiva Katie Phang, a lo que el actor Mark Hamill le contestó: “Gente: por favor, no me juzguen por mi símbolo azul gratuito”, mientras que otros consideraban que es una vuelta a la función “original” del símbolo.
El nuevo cambio en X se produce días después de que Musk perdiera una batalla legal contra la organización Center for Countering Digital Hate (CCDH), a la que demandó por publicar un informe sobre el aumento del discurso de odio en la plataforma bajo el mando del empresario.
A Musk, que compró la plataforma con el objetivo de convertirla en una especie de foro público sin censura y autoproclamándose defensor de la libertad de expresión, lo acusó el juez que desestimó la demanda de querer censurar al CCDH.