El Ciclón empató 0-0 con Vélez y aprovechó la igualdad entre Newell´s y Lanús en Rosario para terminar el Torneo Inicial en lo más alto de la tabla con apenas 33 puntos.
San Lorenzo se consagró campeón del Inicial tras empatar 0-0 con Vélez en Liniers y aprovechar la igualdad entre Newell´s y Lanús. En un campeonato muy pobre desde lo futbolístico –y con una definición acorde- el Ciclón se llevó el título con apenas 33 puntos, el número más bajo desde que se juegan torneos cortos y los triunfos valen tres unidades.
El pelotazo fue el denominador común en el primer tiempo. No hubo espacios y sobró el roce físico, por lo que escasearon las jugadas de riesgo. Federico Insúa y Lucas Pratto intentaron tomar las riendas del Fortín, aunque sin demasiado éxito. Del otro lado, Ignacio Piatti estuvo apagado, pero el equipo despertó en los últimos diez minutos y generó las dos más claras: un desborde de Ángel Correa que Sebastián Sosa mandó al córner y un claro penal de Sebastián Domínguez sobre Santiago Gentiletti que el árbitro Pitana omitió.
La segunda etapa siguió el mismo rumbo. San Lorenzo, que jugaba su partido en el José Amalfitani pero tenía una oreja puesta en Rosario, pareció conformarse con el desarrollo del encuentro y prácticamente no buscó el arco rival. Apenas generó una situación con Piatti que terminó con un remate muy desviado del mediocampista.
Vélez, obligado a ganar, puso más ímpetu que fútbol y de a poco comenzó a arrinconar a su rival. A los 20 minutos, Agustín Allione rompió el palo izquierdo de Torrico con un remate desde la puerta del área; a los 44, el mismo jugador tuvo la victoria en su botín derecho: sacó un bombazo a quemarropa y el arquero, puro reflejo, desvió la pelota al córner.
Con los empates en Liniers y Rosario consumados explotó el festejo azulgrana, que se repite cada seis años desde 1995 (luego fue en 2001 y 2007). El equipo de Juan Antonio Pizzi también sacó pasaje para la Copa Libertadores y , además, se dio el gustito de festejar en la cancha de uno de sus clásicos rivales.