Así lo dispuso este miércoles el Tribunal Oral Federal de Corrientes. Los detenidos son Rubén Ruiz, Claudio Luna, Hugo Reclus Martínez Tarraga, Exequiel Emanuel Aguilar, Darío Emanuel Martínez y Gerardo Sebastián Bautista, que permanecían en libertad a la espera del juicio que se desarrollará este año en Corrientes.
Sobre la base de un pedido del Ministerio Público Fiscal de la Nación, el Tribunal Oral Federal de Corrientes finalmente concretó este miércoles la detención para los militares acusados de matar al soldado Matías Chirino, quien falleció en un "bautismo" de iniciación al Ejército en un establecimiento de la ciudad de Paso de los Libres en junio del 2022.
Los detenidos son Rubén Ruiz, Claudio Luna, Hugo Reclus Martínez Tarraga, Exequiel Emanuel Aguilar, Darío Emanuel Martínez y Gerardo Sebastián Bautista, que permanecían en libertad a la espera del juicio que se desarrollará este año en Corrientes.
Entre el horario de ingreso y las 0.30 del 19 de junio de 2022, se constató que en el interior del quincho de oficiales y sus inmediaciones, en el marco del “bautismo”, los acusados ahora procesados “prevaliéndose de la autoridad que tenían (…), en desprecio a la integridad física y moral de sus camaradas Matías Ezequiel Chirino, Jorge Manuel Chaile y Rufino Ezequiel Meza, le impartieron órdenes arbitrarias y maltratos”, dice el expediente.
Detalla que los maltratos consistieron en “obligarlos a ejecutar diferentes tareas denigrantes, como ordenándoles previamente al arribo al cuartel que debían organizar una cena para ello y durante la noche debieron hacer comprar diferentes bebidas alcohólicas y gaseosa, cigarrillos y comida a pedido de los sindicados”.
Y que “con el estómago vacío los conminaron a beber alcohol en exceso, extendiéndole sus copas, una de ella conteniendo vino con abundante sal, bajo la orden ‘tome, tome’, provocando que perdieran el conocimiento”. Asimismo, les exigieron que se colocaran la ropa de verano ante temperaturas de entre 4 y 2 grados y se sumergieran a la pileta del casino de oficiales cuya agua se encontraba sucia, por un tiempo de 30 segundos aproximadamente.
A medida que fueron perdiendo el conocimiento por la intoxicación alcohólica y las demás circunstancias de maltrato, los soldados fueron dejados sin asistencia sobre colchones en el piso, sin calefacción en la habitación de Chaile, hasta que a las 6.09, la enfermera de la unidad, Sargento Clara Fernández, recibió un llamado telefónico del teniente Grupico solicitando que concurra a la Unidad para asistir a uno de los nuevos oficiales “que se había pasado de alcohol”.
Según la autopsia realizada a Chirino, la víctima murió por broncoaspiración tras vomitar en estado de inconsciencia y estando acostado, mientras que se registró 1,45 gramos de alcohol por litro de sangre.