La trama oculta del insólito robo de monedas de oro que tiene como protagonista a un juez federal
- 07/07/2024 11:51 hs
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Martín Poderti, actual miembro del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, fue allanado el miércoles en sus domicilios y hasta en su despacho. Lo acusan de entrar 19 veces a una caja de seguridad, incluso estando de licencia. Qué dijo en las últimas horas. La historia de las monedas.
“No tengo nada que ver, me hicieron una cama”, dice por estas horas el juez federal Martín Poderti, acusado de robarse 144 monedas de oro que estaban secuestradas en el Banco Nación. Apenas trascendió el caso, el fuero federal quedó en estado de shock. No hay antecedentes de un caso similar. Según consta en el expediente, Poderti está acusado de haber ingresado 19 veces a la sucursal de San Isidro de esa entidad. En cada visita, tenía que presentar su DNI y firmar una planilla. Pero hay más. De esos 19 ingresos, 5 fueron mientras estaba de licencia.
El caso trascendió este miércoles, cuando Poderti fue allanado en su despacho, en el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata. Los empleados y los otros dos jueces se sorprendieron, cerca del mediodía, con el ingreso de una nutrida comisión policial. El operativo se concentró en el despacho de Poderti y duró hasta media tarde. La Policía tenía la orden de secuestrar monedas de oro o documentación relacionada, dinero en efectivo, celulares, computadoras, tarjetas SIM y cualquier otro objetivo vinculado a la causa. Y hasta de requisar al juez acusado.
Apenas terminó el allanamiento, a media tarde, Poderti se subió a su auto, que también había sido registrado, y se fue a Buenos Aires.
A esa hora, ya se habían allanado cuatro domicilios ubicados en Hipólito Irigoyen al 1100 (Vicente López), Cosme Becar al 100 (San Isidro), Ituzaingó al 2700 (Tigre), y en el piso 19 de “Torres del Golf”, un exclusivo complejo ubicado en la zona de Playa Grande, en Mar del Plata. En ninguno aparecieron las monedas.
Por las circunstancias del caso, el juez que ordenó los operativos, Emiliano Canicoba, puso en conocimiento a los jueces federales de turno de San Isidro y Mar del Plata, al presidente del Tribunal Oral de Mar del Plata, y hasta al Consejo de la Magistratura, que todavía no tomó ninguna decisión.
Las monedas de oro habían sido secuestradas en 2017 en el marco de la causa ‘Sancho’, que tramitó primero en el juzgado federal 1 de San Isidro y luego en el juzgado 2, a cargo de Lino Mirabelli. Gustavo Sancho fue condenado a mediados de 2023 por liderar una banda narco que entraba cocaína al país en avionetas. El dueño de la monedas, en cambio, terminó absuelto en ese mismo juicio por falta de acusación fiscal, y se ordenó que le devolvieran las monedas.
El trámite de “devolución” se demoró casi un año. Recién el 9 de abril de este año, cuando Poderti ya cumplía funciones en Mar del Plata, el actual secretario del juzgado federal 2 de San Isidro, Matías Pietronave, fue a la caja 8-44 de Banco Nación y descubrió que las monedas habían desaparecido. Inmediatamente se comunicó con el juzgado y se labró un acta.
Adentro de la caja también había lingotes de oro y relojes de alta gama, pero nadie los había tocado. Solo faltaban las monedas.
El dueño -un asesor financiero acusado por supuestos contactos con una persona ajena a la banda de narcos- venía reclamando la devolución de sus cosas desde mediados del año pasado, cuando quedó firme la absolución. Es más, su abogado, Marcelo Rochetti, visitó el juzgado hace pocos días. En ese momento, la investigación del robo, a cargo del juez Canicoba y del fiscal Paul Starc, ya estaba en secreto de sumario.
Apenas trascendió el escándalo, Rochetti se presentó en el expediente y pidió ser querellante. “Las monedas fueron compradas durante la década del 80′ y del 90′. Mi cliente tiene toda la documentación”, le dijo el abogado a Infobae.
Según el expediente judicial, son 59 piezas de oro, representando moneda “KRUGERRAND”; 28 piezas de oro “ESTADOS UNIDOS MEXICANOS”, representando 50 pesos mexicanos; 54 piezas de oro, representando moneda libra (soberano); 2 piezas de oro, representando moneda CIEN SOLES – PERÚ; y 1 pieza de oro, representando moneda (100 Yuanes).
En total, eran 144 monedas que tendrían un costo aproximado de USD 200 mil.
Según la investigación, el robo “hormiga” se habría concretado entre el 26 de diciembre de 2019 y el 9 de febrero de 2023. En ese período, Poderti ingresó un total de 19 veces a la caja.
El primer ingreso constatado por el banco fue el 26 de diciembre de 2019. Poderti había recibido las llaves de la caja apenas 16 días antes por parte del secretario del juzgado federal 1 de San Isidro. Ese traspaso también quedó registrado y hasta se sacaron fotos.
No fue lo único que llamó la atención de los investigadores. Poderti también habría ingresado a la caja 5 veces mientras estaba de licencia: 02/11/22, 28/12/22, 30/12/22, 27/01/23 y 09/02/23. Los dos últimos ingresos son, a su vez, más complejos porque desde diciembre de 2022, Poderti ya estaba en conversaciones con distintos actores judiciales para dejar el juzgado de San Isidro por un problema personal. “En diciembre de 2022 comenzó los trámites para salir de ese juzgado y pasar al Tribunal Oral 1 de San Martín, con sede en Olivos. En febrero de 2023 comenzó a trabajar desde su casa y en marzo le salió el traslado formal”, reveló una fuente de Tribunales.
El traslado formal a ese tribunal fue el 7 de marzo.
El escándalo tiene en vilo a la justicia federal. Mirabelli, su ex jefe, reniega por estas horas del escándalo y por haber asistido, en diciembre del año pasado, a la jura de Poderti como miembro del Tribunal Oral de Mar del Plata. También quedaron en shock jueces y magistrados de la lista Celeste, que lo apoyaron desde el Consejo de la Magistratura para ganar el concurso. Pasaron cinco años de entrevistas y exámenes. El decreto de su nombramiento recién se publicó en el Boletín Oficial el 28 de noviembre pasado, trece días antes de finalizar el gobierno de Alberto Fernández.
Poderti, -un ex jugador de rugby en Hindú Club que fue suspendido 5 años por la UAR por pisarle la cara a un rival- no volvió a Mar del Plata desde el miércoles, aunque sigue en su cargo. En las pocas comunicaciones que tuvo desde ese día, dejó trascender que había dos llaves de la caja de seguridad, sin acusar a nadie con nombre y apellido.
El 14 de agosto deberá presentarse a declarar ante el juez Canicoba.