Así lo manifestó Jorgelina Fernández, Secretaria General del Sindicato Municipal, quien planteó que hoy hay 600 empleados en relación de dependencia y 450 contratados. El gremio de los empleados municipales de Rio Cuarto realizará una asamblea preocupados por la baja de contratos de 48 empleados.
Jorgelina Fernández, Secretaria General del Sindicato de Empleados Municipales, dialogó con Micrófono Abierto acerca de la realidad de las 48 personas despedidas del Municipio.
“Aparte de estar preocupados por los compañeros, estamos tremendamente ocupados desde el minuto uno en que empezaron a recibir las notificaciones, que fue de un día para el otro, a partir del 31 de julio”.
Según Fernández se encontraron sin cobertura de salud de un día para el otro, con lo cual el sindicato tuvo que intervenir para que la volvieran a tener.
“La verdad es que es una situación traumática y muy angustiante”.
48 personas fueron notificadas del despido de sus lugares de trabajo, pero sólo 25 que son afiliados se acercaron al sindicato” explicó la Secretaria General.
A raíz de esta situación se hizo una mesa de revisión, buscando explicaciones, Fernández comentó que se argumentó que los despidos tenían que ver con un mal desempeño y “la última respuesta fue que era una decisión política y nosotros consideramos que no es una respuesta válida”.
Fernández comentó que los afiliados no hacían trabajo y aclaró que “si es gente que hace 10, 15 o 20 años que está al servicio de la municipalidad, es producto de la precarización laboral de las diferentes gestiones de gobierno. Gente que empezó con un plan de jefe y jefa de hogar, luego pasaron a cooperativas y después se les otorgó un contrato que nosotros acompañamos e impulsamos esa contratación porque definitivamente era una mejora en las condiciones laborales”.
Enfatizó que esto es resultado de un proceso, y próximamente debería haber concursos abiertos para dejar de estar en esta situación con cada cambio de gestión.
“Los empleados no somos números, somos personas que prestamos un servicio, que ejecutamos políticas públicas, y que hay una familia detrás. Entonces, cada cambio de gestión es un problema, es traumático, incluso para los de planta, porque nos mueven como muebles, y eso tampoco lo vamos a permitir”.
Agregó con contundencia que “no puede ser que hoy la municipalidad haya llegado al límite de tener la mitad de su planta en esta forma de contratación. Agreguemos las cooperativas, que deben ser alrededor de 800 personas, más las fundaciones”.
Alrededor de 600 son los que tienen relación de dependencia en el Municipio y unos 450 son contratados.