Consideran que el Régimen de Incentivo de Inversiones no dejará dinero en el país
- 14/10/2024 18:40 hs
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El magister en Gestión de la Energía y especialista del sector nuclear, Nicolás Malinovsky, dejó entrever en diálogo con " Es un Montón" que las consecuencias de extracción de litio, entre otros, dejará un panorama alarmante con el paso de los años. AUDIOS.
El gigante angloaustraliano Río Tinto confirmó una inversión de u$s 2000 millones para construir una fábrica para procesar litio en la provincia de Salta. Una de las condiciones sine qua non para avanzar con el proyecto fue el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que impulsa el Gobierno Nacional.
Si bien la compañía ya tiene una planta de carbonato de litio grado batería en su proyecto Rincón Litio, esta apuesta es parte de su estrategia mediante la que buscará aumentar su participación en el mercado de minerales críticos.
La empresa participará del RIGI y tendrá el objetivo de producir 50.000 toneladas anuales de carbonato de litio. La construcción de la planta comenzará el año que viene.
" Pocas manos se llevarán la producción de nuestros recursos energéticos aunque la inestabilidad económica dentro del país todavía no está vista por más inversores extranjeros", sostuvo el especialista.
Además señaló : " El panorama es sombrío porque Argentina queda a disposición de mucha extracción de sus riquezas que terminarán en proceso en otros países".
Analizó que queda mucha incertidumbre para saber si quedará algo en el país y no solo contaminación.
El controversial RIGI -Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones- aprobado en la “ley de bases”, es la semilla de un nuevo ciclo extractivista en el país, ya que brinda seguridad jurídica y fiscal por un periodo de 30 años en detrimento del entramado productivo nacional, como así también, de la soberanía energética.
En este sentido, la Unión Industrial Argentina (UIA) confirmó que la producción fabril cayó 19,5 por ciento interanual en junio, acumulando 13 meses seguidos de baja.
Asimismo, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos -INDEC- en junio de 2024, la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubica en 54,5%, nivel inferior al del mismo mes de 2023, que fue de 68,6% (INDEC, 2024).
En adición al RIGI y el desmantelamiento del sector industrial argentino, podemos mencionar algunos ejes de la política energética nacional que marcan este sendero: privatizaciones de empresas públicas como Energía Argentina S.A, Nucleoeléctrica Argentina S.A, hidroeléctricas del Comahue -Piedra del Aguila, Chocón, Cerros Colorados y Alicura-; quita de subsidios; liberalización de los precios de la energía; venta de campos maduros de YPF; desfinanciamiento del sector nuclear; entre otras.
A contracorriente de la presión sistémica y de los negocios libertarios de corto plazo, la TE presenta una oportunidad para el país como un sendero de desarrollo con mirada social y ambiental de carácter sostenible, que posibilite la acumulación de capacidades tecnológicas con crecientes grados de autonomía que permitan ir hacia una agenda energética soberana en la región y evitar así caer en la lógica de una transición energética corporativa.
El desafío es grande, el horizonte es claro: extractivismo o industria en armonía con la naturaleza.