El equipo de Ricardo Gareca cayó por 2 a 1 con el de Néstor Gorosito, en el partido postergado de la undécima fecha. Itabel y Leguizamón marcaron para la visita e Insúa anotó de penal para el local.
Tigre cosechó este miércoles en Liniers, en el partido pendiente de la undécima fecha del Torneo Final postergado por la pelea de Maravilla Martínez, una buena victoria por 2-1 sobre un Vélez que no logra levantar cabeza en el plano local.
El primer tiempo fue entretenido. Jonathan Copete, una de las cartas de la ofensiva local a la que se vio más enchufada, cabeceó primero muy cerca del poste, pero a los seis minutos el juvenil Kevin Itabel recibió recostado por la izquierda y, desde las puertas del área, sorprendió a Sebastián Sosa con un tiro con pique al primer palo.
El tanto sorpresivo desordenó el trámite, hasta que Martín Galmarini cometió un penal ingenuo frente a Federico Insúa (le manoteó la cara cuando entraba por la izquierda al área) y el mismo Pocho lo ejecutó fuerte, alto y a la izquierda de Javier García para la igualdad.
Más tarde, Sebastián Rusculleda ejecutó un tiro libre al palo y Federico Santander cabeceó cerca. Por último, García anticipó a Copete tras una buena jugada colectiva.
En el complemento, Lucas Pratto empezó con un disparo alto, pero a los cinco, en una contra, Lucas Orban asistió hacia la izquierda a Leandro Leguizamón, que atropelló a Franco Razzotti, Fabián Cubero y Juan Sabia para definir a la izquierda de Sosa.
El anfitrión intentó reaccionar con otro intento de Pratto, y más tarde llegó la increíble jugada del centro de Emiliano Papa y el gol que Copete se perdió abajo del arco (ver aparte). A los 32, Diego Ferreira se ganó la roja directa por una falta sobre el colombiano, pero la superioridad numérica no le aportó nada al local. Como consuelo, Facundo Ferreyra y Lucas Romero ingresaron y sumaron minutos tras sus ausencias por lesiones.
En el cierre, Sosa debió intervenir para anticipar a Orban. Tigre se llevó así tres puntos con solidez y contundencia y Vélez se mantiene ciclotímico entre su versión copera y de cabotaje, donde acumula ya ocho partidos sin alegrías.