El Atlético Mineiro terminó la primera fase como el mejor de los 32 equipos, el mejor de los primeros, el mejor de los mejores. Y en los octavos de final no aflojó. Por más de tener a un histórico enfrente, el San Pablo, tres veces campeón de América, los comandados por Ronaldinho no tuvieron piedad. Con la tranquilidad de ganar en la ida (2-1), en su casa se agrandaron y le metieron otros cuatro. Tres de Jo, afiladísimo y goleador del torneo con seis festejos, y el otro de Tardelli. Los delanteros y Dinho se entienden a la perfección. Ojo con los de Belo Horizonte…



Al minuto se notó que el Mineiro no iba a aflojar por más que el obligado era el rival. Ronaldinho, el dueño de la magia de la Copa, apuntó y su tiro libre pegó en el travesaño cuando apenas iba un minuto de juego. Toda una advertencia. Porque más allá de que el 10 no la pudo embocar, estaba Jo, que abrió el tablero con un zurdazo al ángulo. Tanto el monosílabo como Tardelli pudieron aumentar, pero el parcial terminó apenas 1-0. Sólo Luis Fabiano intentó en la visita. El segundo acto tuvo un bis: ni bien volvieron del vestuario, el travesaño salvó a Rogério Ceni; y otra vez Jo infló la red. Un minuto después, Tardelli aprovechó un regalito de Tolói y la metió de emboquillada. Y para completar, Dinho metió una de sus asistencias registradas, mirando hacia otro lado, para que Jo grite su hat-trick. Luis Fabiano descontó, pero no sirvió para nada.

Lamentablemente, para los amantes del fútbol de Ronaldinho, el 10 tuvo el arco cerrado y sobre el final generó el “uhhh” de los hinchas del Mineiro y de los que lo miraban por TV. Armó un jugadón, con cambio de ritmo, caño y gambeta, pero no entró. Al final, Rosinei se fue expulsado y no podrá estar en cuartos de final. El rival será Palmeiras o Tijuana, que empataron 0-0 en México.