Villa Carlos Paz. La impresionante crecida de los arroyos Los Chorrillos y Las Catitas, ocurrida el pasado viernes, no deja de generar consecuencias en la población de Villa Carlos Paz.

Aunque resulte paradójico, tras tanta agua, unos tres mil vecinos de esta ciudad están desde hace seis días sin servicio de agua de red en sus hogares.

Ocurre que, además de provocar la destrucción total de dos viviendas, serios deterioros en otras cinco y de dejar a más de 30 personas evacuadas, el inusual incremento de siete metros en el caudal de estos cursos de agua causó cuantiosos daños en la planta potabilizadora de la Cooperativa San Roque, que provee de agua potable a barrio Villa del Lago.

Desde el viernes de la creciente, cuatro mil vecinos de ese sector de la ciudad están sin servicio, ya que la planta quedó inoperable por las roturas ocasionadas por la correntada. El resto de la ciudad no tiene dificultades porque es provisto por la Cooperativa Integral, que tiene su toma de extracción sobre el río San Antonio, y en la que no hubo daños.

Daño millonario

Con una fuerza inusitada, el arroyo rompió uno de los paredones de las piletas en las que se realizan las tareas de potabilización para ese barrio, pegado al lago San Roque. Los equipos de bombeo fueron tapados por tres metros de lodo y arena.

Miguel La Casa, síndico de la Cooperativa San Roque, señaló que en el sector hay 1.500 medidores y que todo el radio de abastecimiento está con problemas de abastecimiento.

Con la ayuda de camiones del municipio y de la Provincia, se está trasladando en estos días agua hacia los dos tanques en los que se almacena el recurso en este sector de la ciudad. Pero no alcanza para cumplir con los requerimientos mínimos de la zona. “Lamentablemente todo lo que llevamos es poco; tenemos muchos conflictos de provisión de agua”, sostuvo La Casa. Luego, agradeció el apoyo que están recibiendo del municipio, la Provincia y la Cooperativa Integral.

La situación llegó a ser tan crítica que algunos vecinos decidieron conseguir agua por su cuenta a partir del llenado de sus tanques por camiones de empresas privadas. El costo de la operatoria es de 550 pesos por cada tanque, señalaron algunos vecinos consultados. La Casa cuestionó que ante este tipo de situaciones críticas aparezcan “algunos vivillos que quieren lucrar con la desesperación de la gente”.

Los daños provocados por la crecida en esta planta se calculan en 4,5 millones de pesos, según los representantes de la Cooperativa. Ayer, estimaban que si el clima ayuda, entre mañana y el sábado se podrán terminar las reparaciones y comenzar a probar el funcionamiento del bombeo. Con todo a favor, el servicio se regularizaría durante el fin de semana.

La Casa confió que recibieron una comunicación del gobernador José Manuel de la Sota, que “se comprometió a ayudar a la Cooperativa con fondos para normalizar el servicio”.

Sensores de crecidas

La falta de aviso sobre la crecida de los arroyos Los Chorrillos y Las Catitas tomó de sorpresa a autoridades y a los vecinos que habitaban casas pegadas a sus cauces. Por su rapidez y virulencia, podría haber significado una tragedia con pérdidas de vidas humanas el pasado viernes. En esa misma tarde, el gobernador y el intendente Esteban Avilés coincidieron en la necesidad de instalar sistemas de alerta temprana, que avisen sobre las crecientes antes de que lleguen.

En ese marco, el martes Avilés se reunió en Córdoba con el ministro de Gobierno provincial, Walter Saieg, para avanzar en la planificación de un sistema de sensores que detecten de manera temprana las crecidas en todos los ríos y arroyos de la cuenca del lago San Roque.

El único que, desde hace varios años, cuenta con este servicio es el río San Antonio, operador por el Centro de Investigaciones de la Región Semiárida (Cirsa), que depende de la Nación. Faltan sobre el río Cosquín y los demás arroyos.

En realidad, en toda la zona serrana la falta de sensores de alerta de crecidas es un tema pendiente. Hasta ahora, sólo están instalados en el San Antonio (Punilla) y en Mina Clavero (Traslasierra), donde son monitoreados por el municipio.

Mejora en Bell Ville

Al fin, empieza a notarse que el río Ctalamochita baja a la altura de Bell Ville, tras 15 días en los que tuvo en vilo a la ciudad, con agua en varios barrios. Ayer, bajó 87 centímetros y tiene ahora dos metros menos que en el pico registrado hace dos semanas.


Redacción Lavoz.com.ar